Anillos de Fuego: olas de calor en París amenazan a deportistas olímpicos

Con temperaturas que superaron los 34°C y una humedad de casi el 70%, los Juegos de Japón se convirtieron en “los más calurosos de la historia”, con unas condiciones descritas como “tortuosas”. A pocas semanas de los Juegos Olímpicos de París destacados atletas advierten la grave amenaza que supone el calor extremo para los deportistas.

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Los próximos Juegos Olímpicos de París están a la vuelta de la esquina, y en los últimos años no han hecho más que aumentar los casos notables de calor extremo que han perjudicado la salud y la experiencia de los espectáculos deportivos. Debido a la inacción ante el cambio climático y al continuo uso de combustibles fósiles, el mundo se sigue calentando y manteniendo las altas temperaturas durante más tiempo.

Los escépticos pueden descartar la capacidad disruptiva del calor en unos Juegos Olímpicos que se celebran principalmente en el norte de Francia (aunque entre las ubicaciones de varias pruebas figuran la vela en Marsella, el fútbol en Niza e incluso Tahití para el surf).  Sin embargo, el registro histórico indica lo contrario. El cambio climático ha tenido consecuencias mortales en Francia, donde en 2003, 2019, 2022 y en 2023 las olas de calor han cobrado la vida de miles de personas. A esto también se suma que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han sido considerados los más calurosos de la historia, con deportistas que experimentaron al menos un síntoma de shock térmico, como vómitos y desmayos. 

Sobre esto, 11 deportistas olímpicos, entre ellos ganadores de cinco Campeonatos del Mundo y seis medallas olímpicas, se han reunido con científicos del clima y destacados fisiólogos que investigan las temperaturas, con el fin de exponer la grave amenaza que supone el calor extremo para los atletas en un nuevo informe titulado «Rings of Fire» (Anillos de fuego).

Calor mortal 

En el verano de 2003, una ola de calor mató a más de 14 mil personas en Francia. El cambio climático, provocado por la actividad humana, duplicó la probabilidad de que se produjera esa ola de calor y aumentó en un 70% el riesgo de mortalidad relacionada con el calor en el centro de París. En aquel momento, la temperatura máxima registrada en París fue de 39,5°C, ahora es diez veces más probable que se produzcan veranos extremadamente calurosos similares al de 2003 debido al cambio climático.

En 2019, cuando otras 1.435 muertes estuvieron relacionadas con dos episodios de calor, el día más caluroso de la historia de Francia se registró a 45,9°C, y París registró una temperatura de 42,6°C. El año más caluroso de la historia de Francia siguió en 2022 con una ráfaga de intensas olas de calor. El verano pasado, se produjeron más muertes, ya que casi 5 mil personas perdieron la vida como consecuencia del calor sofocante.

Según el Servicio de Cambio Climático Copérnico de la UE, el 2023 fue el año más caluroso jamás registrado, y el 2024 ha continuado esta racha. De acuerdo con los expertos de Copernicus, abril de 2024 fue el más cálido (en todo el mundo) que cualquier otro abril anterior registrado.

Informe Anillos de Fuego

Frente a este contexto, destacados atletas advierten de que el intenso calor que hará en los Juegos Olímpicos de París en julio-agosto de 2024 podría provocar colapsos y, en el peor de los casos, la muerte de los competidores durante los tradicionales juegos. Así lo señala un nuevo informe titulado «Rings of Fire» (Anillos de fuego), en el que 11 deportistas olímpicos exponen la grave amenaza que supone el calor extremo para los atletas.

El informe, elaborado por BASIS y FrontRunners, habla de la mortífera ola de calor que asoló Francia en 2003 y de los años posteriores de temperaturas récord, que superaron los 42 °C. También subraya el mayor riesgo de calor extremo que existiría durante los Juegos Olímpicos de París, teniendo en cuenta el notable aumento de las temperaturas en la región desde la última vez que la ciudad acogió los juegos, hace un siglo.

En este sentido, el documento contiene cinco recomendaciones para las autoridades deportivas. Entre ellas se incluyen una programación inteligente para evitar los momentos pico de calor, mantener a salvo a los atletas y aficionados con mejores planes de rehidratación y refrigeración, apoyar a los atletas para que se pronuncien sobre el cambio climático,  impulsar la colaboración entre organismos deportivos y atletas en campañas de concienciación sobre el clima, y  reevaluar el patrocinio de combustibles fósiles en el deporte.

Además, insta a la comunidad deportiva a abordar estas preocupaciones y aplicar una serie de recomendaciones inspiradas en los deportistas para garantizar la seguridad y el bienestar de los competidores. Asimismo, destaca la urgente necesidad de escuchar las voces de los y las atletas y de hacer mayor hincapié en la protección de los deportistas y del tejido deportivo a medida que se intensifican las preocupaciones climáticas.

«Las conclusiones de este informe son graves, pero no nos sorprenden como país que este año ha recibido tan vívidos recordatorios de los devastadores efectos del cambio climático, más recientemente en las inundaciones que se cobraron tantas vidas en abril y mayo. A los deportistas se les acumulan los problemas relacionados con la contaminación atmosférica, la inseguridad alimentaria e hídrica y la falta de sombra. Y, como deja especialmente claro este informe, los retos del calor extremo inducido por el cambio climático para los atletas son amplios y plantean riesgos de resultados devastadores”, señaló el presidente de Athletics Kenya, Jackson Tuwei. 

Juegos Olímpicos y deportistas 

Los Juegos de Tokio se conocieron como los «más calurosos de la historia», con temperaturas que superaron los 34°C y una humedad cercana al 70%, lo que provocó graves riesgos para la salud de los participantes. Los Juegos de París tienen el potencial de superarlo, ya que el cambio climático impulsado por la quema de combustibles fósiles ha contribuido a las rachas de calor récord de los últimos meses.

El hecho de que las Olimpiadas se celebren en pleno verano del hemisferio norte significa que la amenaza de una ola de calor devastadora es muy real y con ello existe un mayor riesgo de que los atletas paralímpicos sufran enfermedades causadas por el calor. De hecho, los estudios académicos detallan que más de uno de cada cinco atletas paralímpicos experimentó al menos un síntoma relacionado con el estrés térmico en los Juegos Paralímpicos de Tokio.

El tenista neozelandés y medallista de bronce olímpico, Marcus Daniell, comenta: «En los Juegos Olímpicos de Tokio sentí que el calor rozaba el verdadero riesgo, el tipo de riesgo que podría ser mortal. Uno de los mejores tenistas del mundo (Medvedev) dijo que pensaba que alguien podría morir en Tokio, y no creo que fuera una exageración (…). A veces tenemos que jugar en condiciones en las que literalmente se puede freír un huevo en la pista. Esto no es divertido ni saludable. Los golpes de calor son relativamente comunes en el tenis».

Esta alarma crece entre la comunidad de atletas. A medida que se acercan los Juegos de París, un gran número de deportistas de élite de todo el mundo y de una gran variedad de disciplinas han manifestado su preocupación con los próximos JJOO. «Es una perspectiva aterradora cuando vemos la dirección que están tomando las cosas y lo rápido que se está deteriorando el clima a nuestro alrededor», afirma Katie Rood, delantera de la selección de fútbol de Nueva Zelanda.

Desde Chile, Francisca Crovetto Chadid, deportista olímpica de tiro skeet, cuenta que al practicar un deporte al aire libre, existe una costumbre de lidiar con todo tipo de condiciones climáticas: fríos, tormentas o calor. «Generalmente y por reglamento, por el único motivo que se suspende una competencia de tiro, es por tormenta eléctrica, por el riesgo de los rayos, porque nosotros tenemos una escopeta que es de metal en la mano. Pero después de eso, la verdad es que es muy poco probable que se suspenda una competencia por calor, frío, lluvia, o viento. Entonces, es algo que por lo menos los deportistas que hacemos tiro al vuelo tenemos que saber gestionar», detalla.

«Respecto al calor, lo que una siempre busca y pide es que existan lugares con sombra y puntos de hidratación. Entre las recomendaciones están protegerse muchísimo del sol con protector solar en crema, replicarlo ojalá cada media hora o una hora y estar constantemente hidratado. Y ojalá estar en los ratos de descanso en lugares más frescos y bajo la sombra», añade la medallista de oro en los Juegos Panamericanos 2023.

En tanto, Sam Mattis, atleta estadounidense de atletismo, lanzadora de disco (olímpica y medalla de oro en los campeonatos de atletismo al aire libre de Estados Unidos 2019) señala: «Por desgracia, en Estados Unidos, que los atletas mueran por un golpe de calor no es algo nuevo. A medida que los eventos de calor extremo se vuelven más comunes, y las apuestas permanecen sin cambios para los atletas (rendir o arruinarse), parece probable que vuelva a suceder».

Francisca Crovetto Chadid, deportista olímpica de tiro skeet. Fotografía Team Chile.

Consecuencias y recomendaciones 

Las olas de calor intensas son cada vez más frecuentes en el mundo y en Chile. Se trata de una situación preocupante, ya que puede traer importantes consecuencias en las personas y aún más practicando algún deporte. 

«Para los deportistas, las consecuencias pueden ser variadas y de gran alcance: desde problemas menores que afectan al rendimiento, como la interrupción del sueño y los cambios de última hora en los horarios de las pruebas, hasta el agravamiento de los efectos sobre la salud y el estrés y las lesiones relacionadas con el calor. Con el continuo aumento de las temperaturas globales, el cambio climático debería considerarse cada vez más como una amenaza existencial para el deporte», afirma Lord Sebastian Coe, presidente del Atletismo Mundial y cuatro veces medallista olímpico.

Asimismo, Sebastián Miranda Rodríguez, médico cirujano y académico de Medicina de la Sede Concepción de la Universidad Andrés Bello, complementa lo anterior. «Las temperaturas ambientales muy elevadas, determinan el principal factor de riesgo para la enfermedad denominada golpe de calor. Se trata de un cuadro que es poco frecuente pero grave y que se produce cuando el cuerpo humano llega a temperaturas sobre los 40°C en que la persona afectada puede presentar daño cerebral, convulsiones, alucinaciones, conductas extrañas y puede ocasionar la muerte en hasta un tercio de los afectados«, explica.

Sebastián Miranda Rodríguez, académico Facultad de Medicina UNAB, Sede Concepción.

El profesional chileno añade que «el golpe de calor se puede sospechar en personas con temperatura muy elevada, tal como en la fiebre, con sudoración excesiva, piel seca y caliente, respiración rápida, convulsiones, conductas extrañas, pérdida del conocimiento, etc.«. Frente a esto es importante destacar que el principal mecanismo de defensa del organismo es la sudoración, mediante la cual se pierde calor y se regulariza la temperatura interna. Para facilitar la transpiración se requiere: hidratación constante con agua, una piel sana, ropa holgada y liviana, utilizar gorras, etc.

Ahora bien, considerando la preocupación ya existente por autoridades políticas y deportivas para los Juegos Olímpicos París 2024, Miranda indica que las principales medidas son de tipo preventivas. «Es fundamental mantenerse hidratado constantemente, consumiendo un mínimo de dos litros diarios de agua, y preferir bebidas diseñadas para deportistas. También se recomienda aplicar protección solar al menos 30 minutos antes de exponerse, utilizando un factor de protección 50 o mayor. Es importante vestirse apropiadamente, eligiendo vestimentas claras que reflejen la luz, y usar gorros y gafas. Escuchar las recomendaciones de las autoridades es crucial en días de calor extremo, ya que el riesgo de sufrir enfermedades por calor aumenta con temperaturas superiores a 37 grados o una humedad de entre el 60% y el 70%. Además, se deben considerar descansos cada 30 a 40 minutos si la modalidad del deporte lo permite; de no ser posible y ante condiciones extremas, se debe postergar la actividad«, puntualiza. 

Cambio climático y salud 

Por otra parte, la crisis y el cambio climático están afectando considerablemente la salud, no solo de los deportistas en estas situaciones de más exigencia física, sino también del común de las personas y en su bienestar general. 

«Los efectos físicos del cambio climático son poco frecuentes, salvo en contextos de olas de calor como las mencionadas, sin embargo, en la esfera de salud mental se han estudiado cambios significativos similares en todos los continentes. Los estudios demuestran que el cambio climático repercute en el aumento de tasas de suicidios violentos en períodos cálidos. También en el incremento del estrés post-traumático relacionado a catástrofes ambientales, genera mayores tasas de depresión en agricultores que experimentan deterioros de tierras productivas, así como también el alza en el estrés asociado a desplazamiento y migración de grupos humanos», aclara el académico de UNAB. 

Hoy desde el mundo del deporte, las federaciones y los órganos de gobierno hasta los comités organizadores, deben escuchar y atender esas preocupaciones y recomendaciones. Y fundamentalmente, tanto dentro como fuera del deporte, gobiernos e individuos deben acelerar la acción sobre el cambio climático y reducir urgentemente las emisiones globales generadas principalmente por los combustibles fósiles. El bienestar de los atletas y los aficionados, el futuro de los Juegos Olímpicos y la supervivencia del deporte dependen de ello.


Este artículo fue producido con el apoyo de Periodistas x el Planeta.

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