A menos de un mes de las próximas elecciones presidenciales de Chile, el Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), a través de su Observatorio de Políticas Públicas, publicó el Reporte 2025: Compromisos de los Candidatos Presidenciales en Pesca Artesanal, Acuicultura y Desarrollo Costero, que analizó en detalle los programas disponibles de siete candidaturas en temas de relevancia para la socio ecología costera. El estudio identificó 89 compromisos distribuidos en nueve categorías, revelando una marcada priorización de la desalación y la agilización de permisos, en contraste con la baja presencia de propuestas sobre conservación de ecosistemas, cambio climático y manejo de recursos hidrobiológicos.
El análisis de la Unidad de Ciencia y Políticas Públicas del SECOS muestra que la infraestructura hídrica es la categoría más transversal, con la desalación de agua de mar como eje dominante. Las candidatas Evelyn Matthei y Jeannette Jara concentran los principales compromisos mediante propuestas de plantas multipropósito, un Plan Nacional de Desalación y obras logísticas como puertos y corredores bioceánicos.
Francisca Reyes, académica del Instituto de Desarrollo Sustentable UC e investigadora del Instituto Milenio SECOS, explica que el consenso en desalación refleja un acuerdo transversal sobre la necesidad de abordarla. «En este sentido, que exista consenso de abordar la desalinización refleja una discusión que tiene una larga data en Chile y que hoy refleja un acuerdo bastante transversal, sobre la necesidad de avanzar en ella como respuesta a la crisis climática y sus efectos en la seguridad hídrica, posicionándose como una estrategia de adaptación prioritaria y políticamente viable», señaló Reyes.
En institucionalidad ambiental, las candidaturas coinciden en la reducción de tiempos de tramitación, aunque con visiones divergentes sobre el rol del Estado. Mientras Matthei plantea “eliminar la permisología” y crear una Oficina de Proyectos Estratégicos, Jara impulsa la implementación de la Ley Marco de Permisos Sectoriales con participación ciudadana temprana y descentralización. Kaiser y Kast proponen transformaciones estructurales al modelo institucional, y Artés sugiere limitar la explotación industrial del mar a favor de cooperativas estatales y locales.
Sin embargo, las mayores diferencias aparecen en las categorías vinculadas a sustentabilidad y gobernanza ambiental. En cambio climático, solo dos candidaturas (Matthei y Harold Mayne-Nicholls) presentan compromisos específicos, como gobernanza oceánica, adaptación territorial y actualización de las NDC. Parisi menciona educación climática, pero cuatro candidaturas no incluyen ninguna propuesta en esta materia.
Vacíos en gestión pesquera y cambio climático
La protección de la biodiversidad también está ausente en gran parte de las candidaturas: solo Matthei, Parisi y Artés abordan explícitamente la conservación de ecosistemas estratégicos. Las demás candidaturas no incorporan medidas para humedales, glaciares, microplásticos o áreas marino-costeras.
La categoría más crítica es Gestión y Manejo de Recursos Hidrobiológicos: apenas dos compromisos fueron identificados, centrados exclusivamente en reforzar la fiscalización ambiental (Matthei y Mayne-Nicholls), sin estrategias de manejo pesquero, gobernanza territorial o asignación de cuotas. En turismo, solo Jeannette Jara presentó propuestas específicas en desarrollo costero y diversificación regional.
Consultada sobre la ausencia de compromisos en la gestión de recursos hidrobiológicos y el cambio climático, Reyes sugiere que esto se debe a que son «materias altamente sensibles, asociadas a conflictos distributivos entre actores con poder económico y territorial (sector pesquero industrial, pesca artesanal y comunidades costeras), con normas en proceso de discusión (proyecto ley de pesca) lo que sin duda vuelve más complejo cualquier definición en esta etapa de la campaña electoral». También añade que, al existir instrumentos e instituciones funcionando, el debate requiere un nivel de discusión técnico más específico y es «probablemente menos prioritario de incorporar explícitamente en el formato actual de los programas electorales que tienden a ser minimalistas y generales».
Para evitar que la gobernanza costera se centre únicamente en proyectos, Reyes subraya que el próximo gobierno debe abordar el fortalecimiento de la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala como pilares de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad territorial. Además, es prioritario consolidar la institucionalidad ambiental y pesquera bajo una lógica intersectorial, y regular los impactos socioambientales de industrias emergentes como la desalinización y la minería submarina.
Para lograr estos objetivos, la directora de la Unidad de Políticas Públicas del SECOS considera «ineludible» avanzar en «una planificación integrada de zonas costeras, coherente con el enfoque ecosistémico del proyecto de Ley de Costas y alineada con la acción exterior de Chile en materia de protección del océano y los ecosistemas marino-costeros, finalizar la tramitación del proyecto de Nueva Ley General de Pesca y las reformas en acuicultura, fortaleciendo la coordinación entre las políticas oceánicas, climáticas y de biodiversidad, entre otros temas».