La organización de conservación WWF Chile lamentó la aprobación de cambios a la Ley de Plásticos de un Solo Uso, una de las normas ambientales más relevantes de los últimos años a nivel nacional, aprobada gracias a un amplio consenso ciudadano y político y promulgada en agosto de 2021.
“Esta modificación envía una mala señal en la lucha contra la contaminación por plásticos, ya que vuelve a postergar la plena implementación de la ley y, además, es un retroceso en los avances por dejar atrás la lógica de los productos de un solo uso, un aspecto que la ciudadanía ha venido incorporando gradualmente, esfuerzos a los que deben sumarse otros actores y ámbitos de la sociedad”, señaló Susan Díaz, directora de Comunicaciones e Incidencia de WWF Chile.
En concreto, la modificación aprobada esta semana en el Congreso establece una prórroga de seis meses para que la Ley de Plásticos de un Solo Uso entre en plena vigencia, lo que ya había sufrido una postergación previa. Además, elimina la prohibición de productos de un solo uso para el consumo de alimentos dentro de establecimientos comerciales cuando éstos estén hechos de materiales reciclables o reutilizables, como cartón, papel o madera. Esto considera locales de comida y también se extiende a ferias, foodtrucks y eventos tales como fondas.
“Si bien esta modificación continúa con la prohibición de entrega de materiales plásticos, creemos que es necesario seguir avanzando en la práctica diaria de evitar los elementos de un solo uso, ya que el reciclaje y la reutilización también demandan energía y recursos que pueden ahorrarse con un cambio de hábito que ya estaba siendo internalizado por las personas en Chile”, subrayó Susan Díaz.
En específico, la profesional explicó que la creciente sustitución del plástico por materiales biodegradables, tales como cartón, papel o madera certificada, ha generado la impresión de que basta con cambiar el material para resolver la crisis ambiental. “Sin embargo, el problema no radica únicamente en qué se produce, sino en cómo se consume. El modelo de productos de un solo uso es, por diseño, ambientalmente insostenible, independiente del material utilizado, y su abandono es una necesidad urgente, por su impacto sobre bosques y ecosistemas, el alto consumo de recursos naturales, la contaminación asociada a los diversos procesos industriales y la generación de altos volúmenes de residuos, ya que existe una rápida tasa de generación de residuos desechables”, agregó.





