¿Por qué barcos chinos están usando puertos chilenos y no los peruanos? Oceana llama a revisar políticas impulsadas por país vecino

En lo que va de 2025 se registran 121 ingresos a los principales puertos del país; en 2024 hubo siete, un aumento de más de 1.600%.

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La organización de conservación marina Oceana alertó el explosivo aumento de barcos de la flota china recalando en los puertos de Arica, Iquique, Valparaíso y Talcahuano, presentándose un incremento de 1.628% en menos de un año.

Los datos extraídos desde la plataforma pública Global Fishing Watch por ArtisOnal, organización peruana que fomenta la transparencia de datos, muestran un notorio cambio en los ingresos a Sudamérica. En 2023 y 2024, los puertos peruanos de Paita, Chimbote, Callao y Pisco recibieron 155 y 205 embarcaciones chinas, mientras que en puertos chilenos solo se registraron cinco y siete, respectivamente. La situación cambió drásticamente este año. Las embarcaciones chinas dejaron de recalar en Perú y se vinieron a Chile, totalizando hasta la fecha 121 ingresos.

“En 2020, se detectaron varios casos de barcos asiáticos apagando sus sistemas de identificación automáticos en el límite de la Zona Económica Exclusiva de Perú, los que luego ingresaban a usar los servicios portuarios peruanos”, aseveró Eloy Aroni, director de pesquerías de ArtisOnal. “Lo anterior motivó a fortalecer la regulación al exigir posicionadores satelitales de Perú, pero la flota china, en vez de adecuarse a la norma, utilizó un vacío legal, solicitando ingresos de emergencia”, añadió.

Durante 2024, la pesca artesanal de Perú dedicada a la captura de calamar gigante hizo una serie de denuncias respecto a maniobras sospechosas de pesca ilegal por parte de los buques chinos. Fue así como las autoridades peruanas elevaron los requisitos de ingreso a su Zona Económica Exclusiva (ZEE).

El especialista peruano, Eloy Aroni, destacó que se logró cerrar el vacío legal a fines de 2024 y desde entonces ya no registran ingresos de barcos chinos. “Esta flota no está dispuesta a visibilizar su actividad, lo que la motivó a buscar otros puertos con regulaciones aún flexibles”, aseveró, agregando que “en las inspecciones en Perú en los últimos cuatro años, se desembarcaron cerca de 70 tripulantes en estado crítico de salud y seis fallecidos”.

Un estudio realizado por la organización no gubernamental C4ADS en donde participo Aroni, puso el foco no solo en la operación pesquera de estas naves, sino que también analizaron el rol de las embarcaciones que les prestan servicios en alta mar y de las agencias de aduana que facilitan las gestiones en tierra. En esta línea se identificó que la empresa chilena Agental con sede en Perú es una de las principales gestoras en puerto. Esta misma empresa “también tiene un historial documentado de representar embarcaciones de alto riesgo y fue sancionado por violaciones regulatorias en 2023 y 2024”, consignó el reporte.

La flota del país asiático es una de las más numerosas operando en aguas internacionales, y en esta parte de mundo se dedica a la pesca del calamar gigante, conocido como jibia en Chile, navegando por extensos periodos por las costas de Sudamérica, levantando también las alertas desde la perspectiva de los derechos humanos y el trabajo decente.  

“Que barcos internacionales transiten dentro de la Zona Económica Exclusiva de los países o recalen en los puertos no es una actividad ilegal per se”, aclaró César Astete, director de las campañas de pesca de Oceana en Chile. “Sin embargo, el problema es que en Perú esta flota recibió denuncias de actividades ilegales, incluyendo pesca o que apagaban sus dispositivos de posicionamiento satelital, lo cual sí es ilegal. Por ello es imprescindible que se doten de recursos y tecnología al Servicio Nacional de Pesca y a la Armada de Chile”, agregó.

Hace unos días, pescadores artesanales de la región de Tarapacá alertaron que los barcos chinos, especialmente durante la noche, apagan sus luces y los sistemas de posicionamiento satelital, además de denunciar que entorpecen el flujo de jibia y calamar, impidiéndoles la captura.

En 2020, Oceana levantó por primera vez la alerta de posible actividad ilegal de embarcaciones chinas, denunciando que un buen número de ellas apagaron sus sistemas de identificación satelital (AIS). Desde ese entonces tanto Ecuador, Perú y Chile han mantenido un sistema de monitoreo y control que ha sido exigido por la pesca artesanal, la comunidad y organizaciones de la sociedad civil para asegurar que esta flota no realice actividades de pesca dentro de la ZEE.

Recordemos que la Organización Marítima Internacional exige el uso del Sistema de Identificación Automática (AIS) a las embarcaciones que operan en aguas internacionales con el fin de evitar colisiones. Complementariamente, algunos países exigen a sus embarcaciones tener el Sistema de Monitoreo de Embarcaciones (VMS), con el cual los entes fiscalizadores pueden hacer seguimiento de las flotas dentro de sus Zonas Económicas Exclusivas y detectar actividades ilegales.

“Es un desafío de extrema importancia para las autoridades de la Armada y Sernapesca controlar la alta cantidad de embarcaciones que están recalando en puertos del país y navegando dentro de nuestra Zona Económica Exclusiva”, comentó Astete. “Es necesario que las autoridades observen lo ocurrido en Perú y analicen cuales son las brechas existentes en Chile. Debemos identificar por qué las embarcaciones dejaron los puertos de Perú y ahora prefieren Chile. Esa respuesta, aún no la tenemos”, concluyó.

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