El año pasado esta página obtuvo el premio Responsabilidad Social de la Universidad Andrés Bello, lo que, valga la redundancia, es una gran responsabilidad porque tenemos la convicción que es un reconocimiento que no destaca conocimientos ni capacidades, sino que una forma de navegar por este mundo, el de las comunicaciones.
Codexverde fue fundado con el objetivo de producir y difundir información ambiental. Y vaya que es importante estar informado sobre este tema, porque si no, andamos por la vida haciendo el loco, afirmando que el cambio climático es un cuento chino, como lo ha hecho Mr. Trump.
Este conocimiento también es relevante con el fin de que tengamos los argumentos necesarios para saber qué es el desarrollo sustentable y quiénes son los políticos y empresas que lo promueven, y quiénes no.
Creo que aquí sabemos distinguir esto. Siendo un medio que aún está en formación, donde los recursos tanto técnicos como humanos son limitados, tenemos claridad que existen empresas con las cuales no trabajaremos durante nuestra existencia. Una de ellas es Alto Maipo SpA, controlada por AES Gener, la cual hace unos meses buscó cotizar un espacio publicitario en la web.
Esto puede ser vendido como demagogia, pero la realidad es que ni siquiera pusimos en balance los pros y los contras. Simplemente pensamos que la hidroeléctrica que quiere instalarse en San José de Maipo es un proyecto que atenta contra el espíritu que nos llevó a fundar esta página, la cual no busca ser objetiva ni imparcial, puesto que prioriza el medio ambiente, entendiéndose como la conservación y protección de los ecosistemas, entre ellos, el humano, por sobre todas las cosas. Y claramente el proyecto de AES Gener ha demostrado que no adhiere a ese principio.
Cabe apuntar que no buscamos demonizar a esta empresa ni a su iniciativa. Ningún proyecto es malo per se, pero se debe reconocer que con uno tan significativo, tanto en sus impactos ambientales como económicos, las cosas no se hicieron bien. En cuanto a los primeros no voy ahondar, porque hay suficientes papers y estudios, los cuales hemos publicado en su debido momento, provenientes de entidades serias como el Colegio Médico, que respaldan el daño que han provocado las obras de Alto Maipo al cauce del río Maipo y su biodiversidad, e indirectamente, afectando al servicio de agua potable de la capital. En tanto, sobre los económicos, AES Gener acaba de reconocer a la Superintendencia de Valores y Seguros que la hidroeléctrica podría suponer nuevos sobrecostos para su desarrollo, debido a problemas con los contratistas que han afectado a la construcción.
Así, Alto Maipo cayó en un “default técnico” bajo los contratos de financiamiento del proyecto, luego de terminar el acuerdo con Constructora Nuevo Maipo, a cargo de la construcción, por incumplimientos, lo que le impediría solicitar nuevos recursos.
Previamente, en enero, la empresa estimó un tercer aumento de los costos del proyecto, esta vez de un 22%, lo que derivó en una renegociación con los principales contratistas, financistas y la salida de su entonces principal socio, Antofagasta Minerals del Grupo Luksic.
En junio, el consorcio CNM, conformado por la empresa alemana Hochtief y la italiana CMD Di Ravenna, y que estaban a cargo de la construcción de una parte de los túneles, llevaron a la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (ICC) a la empresa a raíz de diferencias en las medidas de seguridad necesarias para llevar adelante la construcción de las infraestructuras.
Tras estos tropiezos, AES Corporation, matriz estadounidense de AES Gener, está vigilando directamente el proyecto y evaluando si es factible seguir con su desarrollo, toda vez que también proyectan que enfrentarán precios de energía inferiores a los que una central como esta requiere.
Entonces, podemos aventurarnos en indicar que Alto Maipo no solo cayó en una falta técnica, sino que está al borde del knock out. El Movimiento No Alto Maipo, que hace una década alzó las banderas contra el proyecto, lo sabe y está articulando la estrategia para, desde la vereda ciudadana, dar el golpe final.
Desde la nuestra, no existe alegría ni menos conformidad por haber evitado subir a un barco que se hunde. La verdad es que nos preocupa qué sucederá una vez que AES Gener le baje el telón al proyecto, ya que, según la misma firma, la obra tiene más de un 50% de avance. ¿AES Gener tendrá los recursos, y por qué no decir, la capacidad, para ejecutar un desmantelamiento? En el intertanto, ¿qué pasará con el sedimento y el material acumulado a la orilla del río, una vez que este, como se ha hecho normal en los últimos años, aumente su caudal? ¿Alto Maipo se convertirá en un nuevo puente Cau Cau, donde turistas podrán ver sus instalaciones río abajo? Obviamente la pizarra de los ejecutivos de AES Gener tienen muchas más interrogantes, pero las que no deberían faltar son las que encuentren la respuestas sobre cómo llegaron a este escenario.
Entre los factores que debiesen estar, está el de subestimar la oposición ciudadana, esperando que hiciera menos ruido conforme transcurriera el tiempo. Error. Tras una década el Movimiento No Alto Maipo tiene cada vez más adherentes.
Otro. Creer que a sus inversionistas y socios no les importaría ser señalados por esta oposición social. El Grupo Luksic perdió cerca de US$350 millones al salirse anticipadamente del proyecto y ahora Andrónico hace malabares en redes sociales para tratar de borrar su paso por la impopular hidroeléctrica.
Finalmente, deberían cuestionarse la mezquina inversión en estudios de impacto ambiental, como geológicos e hidrológicos, ya que estos habrían provocado los problemas con las empresas contratistas, porque según explicó la vocera y presidenta de la Coordinadora Ciudadana No Alto Maipo, Marcela Mella, las máquinas tuneleras que mandaron a hacer para perforar la cordillera no sirvieron.
Como dije al principio, no se requieren de grandes capacidades ni conocimientos para ser socialmente responsable, pero la clave es serlo desde un inicio, en la génesis de cualquier idea o proyecto, y no por conveniencia o cuando el camino se hace pedregoso. Desde que comenzó a operar, Alto Maipo le dio la espalda tanto a la ciudadanía como al ecosistema en el que buscaba instalarse. Nada bueno podía salir de eso.