Este año Chile se somete, como miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, a la segunda Evaluación de Desempeño Ambiental (EDA) bajo la modalidad de evaluación entre pares. Estos diagnósticos periódicos buscan apoyar a los países miembros en el cumplimiento de sus objetivos ambientales, nacionales e internacionales, intercambiando buenas prácticas, entregando recomendaciones específicas y estimulando, en general, a una mayor transparencia de la gestión ambiental.
Chile enfrenta este proceso en un momento complejo, ya que el último informe de la organización, conocido hace una semana, señala que nuestro país destina un 0,1% del PIB a materias de medio ambiente, la cifra más baja de todos los países de la OCDE.
La evaluación en curso será la primera que se nos hará en calidad de miembro pleno de la OCDE y abarca el período 2005-2015. El proceso tomará un tiempo aproximado de 18 meses (Enero 2015 a julio 2016) e incluye una misión de la OCDE a Chile, una presentación en la sede de la OCDE (Paris) por el país y el lanzamiento del informe y recomendaciones en junio de 2016.
Esta misión OCDE, que se realiza esta semana implicará una serie de reuniones con actores tanto públicos como privados así como salidas a terreno y reuniones con municipios. Dentro de los asistentes a los comités, figuran Kelly Torck, del Servicio de Vida Silvestre de Canadá, el experto en Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente de Nueva Zelandia y otros miembros de la OCDE especialistas en agua, crecimiento verde, aire, biodiversidad y cambio climático.
Misión OCDE
De acuerdo al subsecretario del Medio Ambiente, Marcelo Mena quién preside la misión OCDE, en esta nueva revisión del desempeño ambiental de Chile se hará un balance de los progresos realizados desde el año 2005, con información actualizada sobre la gestión del aire, agua, biodiversidad y capítulos detallados sobre políticas económicas y sociales, como también en los sectores de mayor crecimiento como minería, silvicultura y acuicultura.
“Básicamente la discusión en cada sesión de la misión OCDE 2015, explica Natalie Girouard, jefe de la División de Desempeño Ambiental y de las Direcciones de Información y Medio Ambiente de la organización, tendrá como objetivo responder a las siguientes preguntas estratégicas: ¿En qué medida Chile ha logrado sus propios objetivos ambientales y compromisos internacionales? ¿Cuán rentables han sido las medidas adoptadas para lograr estos objetivos? ¿Qué cosas aún están pendientes? ¿Hay más por hacer? ¿Qué lecciones se pueden aprender para el futuro?”.
“Esta nueva misión de la OCDE es un proceso intenso y exhaustivo, que nos posiciona en una instancia favorable para obtener nuevas recomendaciones y así mejorar las políticas ambientales de Chile. Sabemos que tenemos aspectos en los cuales hemos avanzado mucho como aire, cambio climático y regulación de agua, pero también otros que necesitamos fortalecer. Esperamos que este proceso mejore nuestra gestión ambiental”, concluyó Marcelo Mena.
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