Brindando con champagne, digno de una gran celebración, la comunidad de Agua Buena, en San Antonio, festejó la clausura de la recicladora de baterías Tecnorec, a la cual sindican como responsable de la contaminación con plomo que afecta principalmente a niños de la pequeña localidad.
Las manifestaciones comenzaron en 2011. Dolores de cabeza, corporales y malestar general, eran algunos de los síntomas que presentaba parte de la población, originándose así la preocupación por lo que ocurría en la zona. Las autoridades lograron tranquilizar a los habitantes, pero exámenes toxicológicos realizados por un programa de televisión a 10 niños del sector comprobarían tres años más tarde el alto nivel de plomo en la sangre que afectaba a los menores de la comunidad.
“La noticia fue terrible, no sabía cuáles podían ser las consecuencias de esta contaminación. Luego de llevar a mis hijos a especialistas, los pronósticos no eran buenos y la incertidumbre de que la empresa siguiera funcionando nos dañaba emocionalmente como familia. La única forma de llamar la atención, era manifestándonos”, recuerda Carla Díaz, madre de Lorenzo (11) y Cristopher (12), quienes presentaron hasta cuatro veces la cantidad de plomo declarada como peligrosa por la Organización Mundial de la Salud.
Las seremis de Salud y Medio Ambiente de la V Región iniciaron un proceso de investigación, y tras las contra muestras de los exámenes realizados por el Instituto de Salud Pública (ISP), que determinaron la presencia de plomo en la sangre de los niños, el Tribunal Ambiental de Santiago determinó por primera vez el cierre de las faenas de la planta, por 15 días hábiles, a partir del 1 de agosto pasado.
Jocelyn Vargas, vocera de los vecinos, indica que “el cierre de Tecnorec fue una de las mejores noticias, pero estaba recién comenzando nuestra lucha. Desde ese día, y por cuatro meses, nos manifestamos en las inmediaciones de la empresa todas las noches. Si era necesario nos ataríamos a las puertas, pero no dejaríamos que volviera a funcionar”.
Tras el revuelo, la seremi de Salud, María Graciela Astudillo, ordenó exámenes sanguíneos a todos los menores de 12 años. Los resultados del ISP indicaron que “del total de 170 muestreos, se evidenció la presencia de plomo en seis menores. Tres niños presentaron entre 10 y 13 ml/g y otros tres índices cercanos”.
Tecnorec estuvo cerrada hasta el 25 de noviembre, fecha en la que Superintendencia del Medio Ambiente resolvió aplicar una multa de 178 UTA (unos $ 91 millones) por diversos incumplimientos, además de la clausura de actividades productivas, hasta que la planta cuente con una Resolución de Calificación Ambiental favorable respecto de las modificaciones realizadas al proyecto evaluado en 2008.
“Desde que la empresa se cerró, la contaminación ha disminuido. Ahora sólo esperamos que nuestros niños sean sometidos a un tratamiento médico, estamos felices de que nuestra lucha haya tenido un buen resultado, sufrimos y lloramos mucho. Ahora podemos estar tranquilos”, dice Elizabeth Soto, vecina de Agua Buena.
Producto del cierre de la empresa, sus 150 trabajadores fueron finiquitados. “Como trabajadores, apoyamos en un 100% a la empresa. Nos pagaron tres meses sin trabajar y es obvio que ningún bolsillo aguanta, también se comprometieron a recontratarnos si logran revertir la situación. El compromiso es evidente”, afirma Miguel Molla, presidente del sindicato de trabajadores Manuel Rodríguez de Tecnorec.
El dirigente agrega que “como familias estamos muy mal, nunca pensamos que llegaríamos a este punto. Sentimos que la información se ha manipulado y que los políticos y autoridades no nos quisieron escuchar. Sabemos que no contaminamos al nivel de clausurarnos”.
Por su parte Militza García, encargada de comunicaciones de la empresa, aseguró que “después de un largo proceso de todas las autoridades ambientales del país, la SMA determinó claramente que las acusaciones que se le hicieron a Tecnorec carecen de todo fundamento. De los cargos que se realizaron en el proceso sancionatorio, de varios de ellos quedamos absueltos y de lo que se nos sancionó, ninguno de ellos tiene relación con contaminación”.
Fuente: La Tercera
