Tratado sobre recursos fitogenéticos: Comisión de Agricultura del Senado analizará el acuerdo internacional

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Pese a que se encontraba con segunda discusión, la Sala del Senado decidió que la Comisión de Agricultura revisara el proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, que aprueba el “Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura y sus dos Anexos”, adoptado por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el 3 de noviembre de 2001.

El tratado ya cuenta con el informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, pero durante el debate surgieron algunas voces disidentes que solicitaron que se vuelva a analizar la propuesta, esta vez por la Comisión de Agricultura, para ver si tiene implicancias con el Convenio Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales, de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales, UPOV ´91, ratificado por el Congreso.

De esta forma quedó pendiente la discusión en general y en particular y se dejó constancia de la necesidad de asegurar el respeto por la semilla campesina.

Durante la orden del día hicieron uso de la palabra los senadores Francisco Chahuán, José García Ruminot y Alejandro Navarro.

INSTRUMENTO INTERNACIONAL

– Define diversos términos empleados en el Tratado para efectos de su mejor comprensión; destacándose el concepto de “recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura”, definido como “cualquier material genético de origen vegetal de valor real o potencial para la alimentación y la agricultura”.

– Dispone que las Partes Contratantes se comprometen, cuando proceda, a promover un enfoque integrado de la prospección, conservación y utilización sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura por los medios que se establecen.

– Regula la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos.

– Establece el compromiso de las Partes Contratantes de promover entre ellas la prestación de asistencia técnica, otorgándole preferencia a los países en desarrollo o con economías en transición para el efecto de facilitar el cumplimento de los objetivos del Tratado.

– Reconoce la contribución que han aportado las comunidades locales e indígenas y los agricultores de todas las regiones del mundo a la conservación y el desarrollo de los recursos fitogenéticos que conforman la base de la producción alimentaria y agrícola en el mundo entero, concediéndoles derechos relativos a los recursos regulados por el instrumento internacional.

– Faculta a las Partes Contratantes para crear un sistema multilateral de acceso y distribución de beneficios, que sea eficaz, efectivo y transparente que permita facilitar el acceso a los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura y compartir los beneficios que se deriven de la utilización de tales recursos, de manera justa y equitativa.

– Establece diversas normas que las Partes se comprometen a adoptar para financiar las actividades, planes y programas que requiera la aplicación del Tratado.

– Crea, como institución principal del Tratado, un Órgano Rector, formado por todas las Partes Contratantes y dotado de facultades para promover su aplicación, para establecer órganos auxiliares, para aprobar y examinar las estrategias de financiamiento y para establecer lazos de cooperación con otras organizaciones internacionales. Este Órgano Rector contará con un secretario, que será designado por el Director General de la FAO.

NUEVO ANÁLISIS

FRANCISO CHAHUÁN: «Quedó claro en la discusión en particular en la Comisión de Relaciones Exteriores que este proyecto de acuerdo no dice relación con UPOV ´91 y particularmente con la protección de la semilla campesina, esto lo pusimos sobre la mesa, porque tenemos la convicción de que debemos protegerla. Los ministerios manifestaron que había un fuerte compromiso con la FAO para despacharlo y se dejó constancia que no hay vinculación con el UPOV ´91».

JOSÉ GARCÍA: «Solicito que este convenio vaya a la Comisión de Agricultura; todos sabemos las dificultades de la aprobación del UPOV 91 y una estrecha relación con este tratado. El senador Chahuán preguntó sobre esta implicancia, pero las respuestas -en mi opinión- son genéricas y contradictorias. Si tuviera que decir qué hace este tratado, no podría, por eso pido que por la unanimidad de la Sala se pueda enviar para un informe breve de Agricultura».

ALEJANDRO NAVARRO: «Tratándose de un tema sensible y que efectivamente Chile no posee la base de datos necesaria, tenernos que tener más antecedentes de los efectos y si este tema tiene que ver con patentes y pago de éstas. No estoy en condiciones de votarlo (…). Tratándose de la ratificación de este tipo de instrumentos se requiere de un marco más amplio, ya que no ha sido ratificado ni por China, ni por Estados Unidos».

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