Preocupación existe en la Corporación Nacional Forestal, Conaf, por el estado en que quedó la población del picaflor rojo de Juan Fernández (Sephanoides fernandensis) tras el último temporal que afectó al archipiélago, el cual registró bajas temperaturas, precipitaciones y potentes ráfagas de viento, que alcanzaron hasta los 180 kilómetros por hora.
Según explicó el director de Conaf Región de Valparaíso, Héctor Correa, luego del frente de mal tiempo, “el personal guardaparque encontró ocho picaflores rojos muertos. Además, rescató a 15 ejemplares que se mantenían con signos vitales, los cuales fueron llevados al centro de rehabilitación de avifauna que existe en el sector de administración del Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández”.
Agregó que en el lugar, las aves “se alimentaron con néctar hecho siguiendo una fórmula, y se dispusieron en jaulas que tenían elementos para brindarles abrigo, en un sector calefaccionado con estufas a leña. Posteriormente, al recuperarse, fueron trasladadas hacia árboles que poseían un follaje y una cantidad de flores adecuada para sus necesidades”.
Por su parte, la jefa de la Sección de Conservación de la Diversidad Biológica de CONAF, Javiera Meza, manifestó que “nosotros estamos muy alarmados con el tema del picaflor, pensamos que va a pasar ahora por un ‘cuello de botella’, que es cuando las poblaciones se reducen mucho. Los guardaparques y habitantes de la comuna se encontraron con ejemplares muertos en distintos lugares, y esto pasó porque el viento fue demasiado fuerte”.
En esa línea, detalló que la corriente “tomó a algunos picaflores que se encontraban dentro de la vegetación y los azotó contra el suelo y los mismos árboles. Asimismo las flores volaron, tanto de los ambientes naturales como de la vegetación del área urbana, y por lo tanto, las aves no tenían la energía que les da el néctar de los eucaliptus o del bosque nativo, como el Juan bueno.
Finalmente, Meza expuso que las hembras habitualmente comienzan su período de reproducción durante el mes de agosto. Sin embargo, “con el viento volaron los nidos (conformados por musgo y pelillos de helechos, entre otros elementos), los cuales no pudieron sujetarse bien en las ramas, y por consiguiente, el proceso se retrasó”.
Conaf, junto a la comunidad del archipiélago de Juan Fernández, está implementando alimentadores con néctar para estas aves endémicas de la zona, cuya población consta de alrededor de mil ejemplares. Eso por el momento, ya que después del censo que se llevará a cabo la primera semana de septiembre, se ejecutarán otras medidas para paliar el daño ocasionado por el temporal.
