Para las 8.30 de esta mañana están citados al edificio de la Intendencia de Aysén los representantes de los servicios públicos con competencia en materia ambiental. ¿El objetivo de la reunión? Votar el informe consolidado de evaluación (ICE) del proyecto Central Cuervo, que forma parte del complejo hidroeléctrico Energía Austral, el segundo mayor proyecto hidroeléctrico de la región de Aysén y, dado su tamaño, también del país.
El proceso fue iniciado en 2009 por Energía Austral, empresa que, entonces, era de propiedad de la minera Xstrata. En rigor, el proyecto fue heredado de Falconbridge y ésta lo había adquirido al comprar Noranda, que pretendía instalar en Chile el proyecto Alumysa. De esa fallida iniciativa sólo sobrevivió la propuesta de generación eléctrica y que está constituida, precisamente, por las centrales Cuervo, Blanco y Cóndor.
La central fue aprobada el año pasado, pero recién hace algunas semanas la sociedad a cargo de la unidad generadora presentó un informe solicitado por la Corte Suprema en relación a la actividad geológico-vulcanológica en el área de emplazamiento de la central hidroeléctrica Cuervo, que fue lo que obligó a devolver el proceso de evaluación hasta la Adenda N° 5.
El estudio solicitado -elaborado por un grupo de expertos entre junio de 2012 y abril de 2013- concluyó que la presencia de Río Cuervo no afectaría los niveles de actividad volcánica, por lo que la construcción de la generadora no ocasionaría riesgos.
No obstante, grupos opositores a su construcción han planteado discrepancias con la votación que se realizará hoy, pues señalan que hay estudios que no han sido tomados en cuenta.
Fuente: Pulso
