Se creó la Alianza Global de la Industria Marítima para reducir las emisiones de carbono

Casi el 90% de las mercancías transportadas a nivel mundial se moviliza por vía marítima. Por eso que este sector está empeñado en demostrar lo que han hecho con respecto al cambio climático.

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No sólo la industria del transporte automotriz está preocupada de ser ambientalmente más amigable y reducir sus gases de efecto invernadero (GEI)

Con el objetivo de “Un futuro con bajas emisiones de carbono”, acaba de crearse la Alianza Global de la Industria (GIA por sus siglas en inglés), una asociación de 13 empresas relacionadas a la industria marítima, para apoyar la transición de este tipo de transporte y sus áreas y verticales hacia un forma de funcionamiento menos contaminante.

Entre las compañías que forman parte de este grupo están por ejemplo, ABB Engineering, DNV GL, Lloyd’s Register, Royal Caribbean Cruises, Shell International, Total Marine Fuels y Wärtsilä “Esto es el inicio formal de un concepto de asociación probado que tiene el potencial de impulsar aún más nuestros esfuerzos para poner en marcha el cambio que la sociedad exige y crear una base firme y tangible para transformar el sector marítimo mejor“, señaló Kitack Lim, secretario general de la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés), sobre el lanzamiento de esta agrupación, y agregó: “estos ‘campeones de la industria’ se unen para contribuir a afrontar los retos de descarbonizar el sector marítimo”.

Aunque este tipo de transporte ya es, uno de los más eficientes en términos de energía por tonelada-milla, hay varias oportunidades para mejorar el desempeño ambiental de los buques y lograr mayores ahorros en consumo de combustible mediante la adopción de medidas técnicas y operacionales.

Según estudios de IMO, el transporte marítimo logró reducir sus emisiones totales de CO2 en más del 13% entre 2008 y 2012, a pesar del crecimiento del comercio a través de los océanos. Pero -opinan en al entidad- aún existe la percepción de que este sector es muy contaminante.

En este contexto, la idea es que los 13 socios de GIA identifiquen y desarrollen colectivamente soluciones innovadoras para abordar los obstáculos comunes a la adopción e implementación de tecnologías de eficiencia energética y medidas operacionales.

GIA opera bajo los auspicios del Proyecto GloMEEP, una iniciativa a cargo de la IMO, el Fondo para el Medio Ambiente mundial (FMAM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), destinado a apoyar a los países en desarrollo en la implementación de medidas de eficiencia energética para el transporte marítimo. “GIA será una iniciativa pionera y debería dar lugar a un cambio de paradigma en la forma en que un organismo regulador internacional y la industria se unen para abordar las emisiones de los buques y apoyar la transición hacia un futuro con bajo nivel de carbono”, comenta Javier Ricciarelli, gerente general de Wärtsilä Chile.

Otros movimientos del sector

El Informe Anual sobre política marítima elaborado por la Cámara Naviera Internacional (ICS), (que representa al 80% de los actores mundiales de esta industria) presentado en mayo de este año, puso especial énfasis en los desafíos planteados por la necesidad de reducir las emisiones de C02, acorde con los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Entre otras líneas de acción de esta asociación con respecto a temas medioambientales, está la entrada en rigor del Convenio sobre la Gestión del Agua de Lastre (septiembre de 2017) y la aplicación del 0,5% global de azufre en el tope global del combustible a 2020, lo que significa un costo de cerca de US$100.000 millones por año.

Hace menos de un mes, la ICS más otras tres asociaciones de comercio internacional (Bimco, Intercargo e Intertanko), le propusieron a la IMO, establecer metas precisas de reducción de emisiones de CO2 en el sector del transporte marítimo internacional, el cual moviliza aproximadamente 90% de los bienes que se comercian en el planeta y 2,2% de las emisiones anuales de C02 generadas por el ser humano.

Incluso, desde el año pasado, el Canal de Panamá está sumido en una iniciativa para aportar a la reducción de C02 en la industria marítima, desde su actividad. Se calcula que en los 102 años de operación (medida tomada en 2016), este puente interoceánico ha reducido más de 650 millones de toneladas de CO2. Con la ampliación del canal, se reducirían aún más las emisiones, debido a menos movimientos de carga, entre otros factores.

Además, el Canal de Panamá desarrolló un software especializado en calcular las emisiones de CO2 en las embarcaciones, rutas y modos de transporte.

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