Historiadores, biólogos, campesinos, fotógrafos, guardaparques. Diversas miradas, experiencias y conocimientos sobre el valor patrimonial de las áreas protegidas del país, que fueron reunidas en un solo libro.
Se trata de la publicación Conservando el Patrimonio Natural de Chile: El aporte de las Áreas Protegidas, elaborada por la Asociación Kauyeken, como parte del programa de difusión del proyecto GEF “Creación de un Sistema Nacional Integral de Áreas Protegidas para Chile: estructura financiera y operacional”. Esta iniciativa es co-financiado por el Fondo para el Medio Ambiente del PNUD y ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente.
El libro aborda el rol de las áreas protegidas en la conservación del patrimonio natural del país, destacando que se trata de uno de los instrumentos de gestión de la biodiversidad más importantes y comúnmente empleados para asegurar la subsistencia de los ecosistemas en el mundo. Las áreas protegidas, “están destinadas a mantener ecosistemas naturales, actuar como refugios para la biodiversidad y mantener procesos ecológicos incapaces de sobrevivir en los entornos terrestres y marítimos con mayor nivel de intervención”, dicen los autores en el documento.
Según la asociación Kauyeken , el conocimiento sobre el concepto de biodiversidad es manejado por pocas personas y de forma parcial. Si bien la población reconoce que la pérdida de biodiversidad afecta directamente su calidad de vida, en general no conoce ni las principales formas de protección ni las instituciones que tienen el deber de conservarla.
Acuerdo global
De acuerdo a Antonio Molpeceres, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cuidado la diversidad biológica del planeta ya es un acuerdo global. “En los 17 objetivos de desarrollo sostenible acordados en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 15 explicita la necesidad de proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación, detener y revertir la degradación de la tierra y frenar la diversidad biológica. Por lo tanto, los gobiernos están comprometidos con la protección de la biodiversidad”.
El libro aborda las particularidades de los ecosistemas de Chile como su relativo aislamiento, que le permite tener uno de los niveles más altos de endemismo en América Latina. Por ejemplo, de las más de 5.000 especies de plantas vasculares chilenas, un 55% de las plantas dicotiledóneas solo habitan en Chile; lo mismo ocurre con el 45% de las especies de insectos coleópteros, el 78% de los anfibios, 59% de reptiles.
Especies tan emblemáticas como únicas en el mundo son resguardadas por las áreas protegidas, indica el documento. Entre ellas la queñoa, el único árbol en el planeta que crece de manera natural a más de 4.000 metros de altura; el monito del monte, un marsupial de los bosques del sur considerado un fósil viviente y la chinchilla, roedor altoandino que posee el pelaje más denso que se conoce entre los mamíferos en el mundo.
En síntesis, en esta publicación es posible encontrar valiosa información tan diversa como la historia de las áreas protegidas, que comienza en 1907 con la creación de la primera Reserva Forestal en Malleco, transformándose en un hito en América Latina en la protección de los ecosistemas. También los autores escriben sobre el valor estético de la naturaleza, la biodiversidad resguardada, la visión de los guardaparques de las áreas protegida y la necesidad de contar con un sistema integrado de áreas protegidas tanto públicas como privadas.
El libro cuenta con el trabajo de los miembros de Kauyeken Javier Simonetti, Guillermo Espinoza y Gabriela Simonetti-Grez como coordinadores, editores y autores; Bárbara Saavedra (Wildlife Conservation Society), Mauricio Folchi, Eugenio Figueroa y Patricio Pliscoff (los tres de Universidad de Chile) como autores; Hernán Ortiz a cargo de la corrección de estilo y Consuelo Pivcevic (Kauyeken) a cargo del diseño. Adicionalmente, se incluyeron colaboraciones de Fernando Campos (Corporación Nacional Forestal), Edgardo Flores (Asociación Nahuelbuta Natural), Claudio Magallanes (OutdoorsTv), Ana Montecinos (campesina), Marcelo Ringeling (Templado S.A.), Marcela Rocca (Centro de Estudios del Desarrollo) y Jaime Solervicens (Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación), quienes aportaron sus testimonios sobre el valor de la biodiversidad y las áreas protegidas, para ser publicados. Se contó además con los aportes fotográficos de Andrea Alvarado, Rodrigo Cadiz, Edgardo Flores, Felipe Guajardo, Arlette Levy, Claudio Magallanes, Carolina Muñoz, Ricardo Muza, Bernardo Segura (Kauyeken), Javier Simonetti (Kauyeken), Gregor Stipicic (Kauyeken y Estancia Anita Beatriz), Charif Tala y Fernando Valenzuela junto con el Centro de Estudios de Humedales y las Biblioteca de la Corporación Nacional Forestal y del Servicio Nacional de Pesca.
