La Superintendencia del Medio Ambiente convocó al taller “Cumplimiento de la Norma de Emisión para la regulación de la Contaminación Lumínica”, tema regulado en el D.S. 43 de 2012 del Ministerio de Medio Ambiente.
La actividad contó con seis charlas de especialistas del mundo astronómico, de las ciencias, y desde la regulación ambiental y su fiscalización, y tenía por objetivo dar a conocer los alcances de la normativa, su importancia del cumplimiento para preservar la oscuridad de los cielos y permitir la observación astronómica, y también, entregó consejos prácticos para la instalación de luminarias y cómo medir la luz. Para ello, la jornada terminó con una hora de explicación en terreno con luminarias instaladas especialmente para la ocasión y se realizaron mediciones con luxómetro para conocer y aplicar lo revisado durante el taller.
El inicio de la actividad contó con las palabras del seremi de Medio Ambiente de Coquimbo, Eduardo Fuentealba, quien destacó la importancia de la normativa, “pues la protección de los cielos oscuros es fundamental para la observación astronómica, y también, según los últimos estudios, para la salud de las personas. Asimismo, un cielo oscuro permite a los niños observar las estrellas e interesarse por estos temas”, expresó.
Posteriormente, el director del Observatorio Interamericano Cerro Tololo, Chris Smith, dio una charla explicando por qué los observatorios requieren de cielos oscuros, destacando que el norte chileno tiene una característica casi única en el mundo, pues más de 300 noches al año se cuenta con cielos despejados que permiten la observación astronómica. Adicionalmente, comentó que el 50% de la capacidad de observación está instalada en nuestro país, y con próximas inversiones como el ELT y GMT Magallanes, entre otros, se llegará a un 70%.
La segunda exposición estuvo a cargo de Andrea Varela, investigadora postdoctoral en ecología marina y manejo sustentable de islas oceánicas de la Universidad Católica del Norte, quien explicó el impacto de la contaminación lumínica en aves marinas. En las aves, el impacto de las luces de puertos o proyectos en el borde costero, provocan la alteración de los niveles de luminosidad en el ambiente, lo cual provoca desorientación, atracción hacia los focos, afecta la alimentación, reproducción y otros aspectos del comportamiento. Estas alteraciones en los patrones naturales de luz y oscuridad, provoca serias implicancias para la ecología de las comunidades de aves, teniendo como uno de los efectos más severos, la mortalidad en masa de las especies. Además, el exceso de luminosidad durante la noche también afecta a otros animales, como las tortugas, que anidan sus huevos en la playa, y que con mucha iluminación, en vez de regresar al mar, se ven atraídas hacia los focos, lo cual cambia su ciclo vital y provoca la muerte de las especies.
El tercer bloque del taller estuvo a cargo de Igor Valdebenito, jefe del departamento de Ruido, Lumínica y Olores del Ministerio de Medio Ambiente, quien tuvo a su cargo la exposición de la evolución normativa relativa a la lumínica en Chile. Explicó que la primera norma de emisión para regular la contaminación lumínica se creó en 1998 a través del D.S. 686 del Ministerio de Economía, y su fiscalización estuvo a cargo de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), organismo encargado de la certificación de luminaria en Laboratorios Autorizados, como también de la verificación de la correcta instalación de la misma.
Valdebenito explicó que con el paso de los años, y la evolución de las tecnologías LED, se hizo necesaria la modificación de la norma y se creó el D.S. 43 de 2012 del Ministerio del Medio Ambiente, que introdujo algunas modificaciones, como el restringir la emisión lumínica hacia el hemisferio superior, restringir el espectro, limitaciones a la reflexión de la luz, y se creó una separación en la clasificación de letreros publicitarios, distinguiendo los iluminados (con algún tipo de lámpara) de los luminosos, como las pantallas LED.
La cuarta exposición estuvo a cargo de Felipe Loaiza, fiscalizador especialista en norma lumínica de la Superintendencia del Medio Ambiente, quien explicó los alcances de la norma que regula el alumbrado exterior, incluyendo el alumbrado ambiental, deportivo y recreacional, funcional, industrial, ornamental y decorativo. Asimismo, también comentó que existen exclusiones a la norma, como por ejemplo: la iluminación por combustión a gas natural u otros combustibles, las luminarias destinadas a la iluminación ornamental para festividades, siempre que no se excedan los 1500 lumenes por cada lámpara, las luminarias de los vehículos motorizados, las lámparas de emergencia, la iluminación de espacios cerrados, entre otros.
Loaiza también explicó que la norma establece límites a la emisión de iluminancia de avisos y letreros; límites a la emisión por reflexión; de radiancia espectral, que imita la composición de frecuencias de la luz emitida, concentrándose en el rango de luz visible; límites de emisión de intensidad luminosa máxima, que prohibe la proyección de luz hacia el cielo; límites de emisión de intensidad luminosa máxima – alumbrado deportivo y recreacional, donde se fija un límite de 10 cd/Klm de lámpara y deberá contar con un paralumen.
La actividad finalizó con una exposición de Denis Riquelme, docente Departamento de Electrotecnia e Informática de la Universidad Técnica Federco Santa Maria, quien explicó la clasificación de las fuentes luminosas, los métodos para medir la iluminancia, la temperatura de color, y terminó su charla con una medición técnica en terreno para medir la iluminancia de luminarias de tecnología LED, instaladas para la ocasión, en postes públicos ubicados en la calle Los Nísperos de La Serena, para mostrar en terreno cómo debe realizarse correctamente la medición.
Si desea acceder a más detalles del taller, puede descargar las presentaciones en los siguientes links:
02-A.Varela-Contaminación Lumínica en Aves
03-I. Valdebenito (MMA)-Protección del Cielo Nocturno
