Con una inversión total de más de $58 millones, se dio inicio a la implementación del Acuerdo de Producción Limpia que busca elevar la competitividad del sector hortícola del Valle de Lluta, mediante el reconocimiento de sus productos, principalmente cebolla y maíz, por sus altos estándares de calidad e inocuidad alimentaria.
Se ejecutará en un plazo de 19 meses en un trabajo conjunto impulsado por el Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL) y la Asociación Gremial de Agricultores del Valle de Lluta, con el apoyo de la Intendencia Regional, seremías de Economía, Salud, Agricultura y Energía, así como las direcciones regionales de SAG, INIA, INDAP y Corfo.
Así lo informó Jorge Vega, secretario del Comité Regional de Producción Limpia, luego del encuentro en que se formalizó el inicio de esta importante etapa del APL con la directiva de la asociación gremial, la empresa consultora SIGA y profesionales CPL, en que además se fijaron los lineamientos para la coordinación y ejecución del Acuerdo.
Vega explicó que el cofinanciamiento del Consejo asciende a casi $41 millones y el aporte del beneficiario alcanza a los $17 millones. “Con el mejoramiento de la gestión productiva y ambiental, tras la implementación del APL, los productores estarán en mejor pie para abordar los múltiples desafíos que significan cumplir con los exigentes requerimientos del mercado nacional y la competencia de hortalizas de países vecinos”, sostuvo.
Este APL se enmarca dentro de la agenda del Comité Regional de Producción Limpia 2014-2018 y está alineado con los ejes estratégicos priorizados por la región. El sector de la agricultura aporta aproximadamente un 4% al PIB Regional y genera el 11% del empleo. La superficie regional de hortalizas asciende a más de tres mil hectáreas, lo que representa un 46,4% de la superficie total sembrada en la región y a un 3,2% a nivel nacional. En tanto que la superficie plantada de choclo corresponden a 32,4% (1.001 hás) y 8,6% (264 hás) de cebolla temprana.
En el Valle de Lluta se concentran los cultivos de maíz lluteño, cebolla y alfalfa, entre los que destaca el choclo lluteño, cuyo origen data de hace cuatro mil años.
