Como una noticia aberrante ha calificado Greenpeace, la decisión de la comisión de autoridades del servicio de evaluación ambiental (SEA) que favoreció a la empresa minera Invierno, propiedad de los grupos Angelini (COPEC) y Von Appen (Ultramar), para permitirles la extracción de carbón usando tronaduras, en Isla Riesco, región de Magallanes.
“Lo que han hecho las autoridades es inconcebible y contra todo sentido común: El uso del carbón es uno de los principales responsables de la contaminación en Chile y del cambio climático a nivel mundial. Esta es una empresa que ha enfrentado numerosas críticas por problemas sociales y ambientales, que opera casi sin fiscalización suficiente y cuyas utilidades están cayendo junto con la producción de carbón a nivel mundial. Permitir que la empresa ahora pueda producirlo a menor costo, es derechamente beneficiar a los inversionistas perjudicando la vida de todos nosotros, y en particular los frágiles ecosistemas marino – costeros y terrestres de la Patagonia. Es impensado” criticó Matías Asún, director nacional de Greenpeace en Chile.
“Estuvimos en la zona durante diciembre con nuestro Barco Esperanza, protestando ante la empresa. Se trata de una zona riquísima en biodiversidad única como delfines y ballenas jorobadas, que evidentemente será impactada por el uso de explosivos. Los impactos de las tronaduras sobre los mamíferos marinos, ni si quiera fueron abordados, lo que es gravísimo. Estas “facilidades” además permitirán a la mina operar con menores costos, extendiendo a modo de subsidio su operación” señaló Asun.
La organización ambientalista enfatizó que «esta decisión a su vez perpetúa el uso de tecnologías obsoletas en la matriz, aumentando las emisiones, contaminando aún más las zonas saturadas en donde se ubican centrales térmicas a carbón y finalmente calentando el planeta. Aprobarlo significa renegar de los compromisos que el mundo entero debe hacer para detener el cambio climático».
Isla Riesco es la cuarta isla más grande de Chile. En ella las operaciones de Mina Invierno para la extracción del carbón comenzaron el 2013, suministrando el funcionamiento de centrales termoeléctricas con este tipo de energía. La empresa, de los grupos COPEC (Angellini) y Ultramar (Von Appen) proyectan alcanzar sacar 6 millones de toneladas anuales por los próximos 15 años.
Desde la organización también se sumaron a las críticas que han desplegado diversas organizaciones ambientales enteradas de la noticia y en particular la comunidad de Alerta Isla Riesco, quienes han denunciado que el que este proyecto haya sido aprobado a través de una declaración de impacto ambiental «contraviene toda lógica de evaluación pues impide conocer, sopesar y someter a discusión un cambio significativo del proyecto».
“Felicitamos y apoyamos la decisión de Alerta Isla Riesco de reclamar ante la justicia frente a esta aprobación. Queda aquí de manifiesto la insuficiencia de la actual normativa y en especial la falta de voluntad política para estar a la altura de los desafíos de este siglo” finalizaron desde Greenpeace.
Fuente: El Mostrador
