Enfrentamos una crisis sanitaria mundial inédita. El nuevo virus que se ha propagado rápidamente por el mundo desde diciembre de 2019, llegó a Chile y una de las medidas más recomendadas por la Organización Mundial de Salud y que han adoptado los gobiernos para evitar la rápida propagación es el lavado de manos constante con agua y jabón.
Hoy, en el Día Mundial del Agua enfrentamos esta crisis sanitaria sin precedentes, sin embargo el llamado de atención es el mismo que hacemos año tras año: Es vital proteger las fuentes de agua dulce, dar acceso universal al agua potable a toda la población y avanzar hacia políticas de gestión integrada y ambientalmente sustentable de los recursos hídricos a nivel local, nacional y global.
El agua es esencial para la vida y hoy más que nunca para la protección de la población. Según la Organización Mundial de la Salud, las manos limpias protegen de las infecciones y por ello se hace imprescindible un buen lavado de manos constante con agua y jabón además de un secado eficiente, y en caso de no tener agua y jabón, se deben utilizar productos higiénicos que contengan alcohol.
Lamentablemente nuestro país no ha entendido la importancia de proteger el agua para un acceso equitativo de este bien esencial, y hoy sufrimos los efectos de 10 años de sequía y enfrentamos una grave crisis hídrica que se evidencia en un total de 136 comunas del país, declaradas como zonas de escasez hídrica entre las regiones de Coquimbo y El Maule, un 40% de las comunas de todo el país.
Tras 9 años de tramitación de la Reforma al Código de Aguas continúa en el Congreso siendo torpedeada por diferentes poderes, y así nuestro país sigue chuteando una decisión de política pública trascendental y que hoy con la pandemia del coronavirus se hace más evidente nuestra vulnerabilidad.
¿Cómo lo hacen nuestros compatriotas que reciben 200 litros de agua potable al mes para sus familias? ¿Cómo hacen ese lavado de manos constante para protegerse? Son más de medio millón los chilenos y chilenas que son abastecidos de agua potable a través de camiones aljibe de Arica a Chiloé, quienes de manera desigual deberán protegerse de esta pandemia, con la poca agua a la que tienen acceso y rascarse con sus propias uñas, mientras nosotros en las grandes ciudades seguimos recibiendo agua de la llave.
Nuestro país no sólo enfrenta una crisis social y una grave crisis hídrica, sino que ahora además un virus contagioso que se esparce por el mundo y que requiere de medidas higiénicas extremas que no todos los chilenos y chilenas están en condiciones de aplicar por falta de acceso al agua.
En Chile otra vez enfrentamos la conmemoración del Día del Agua con el agua mercantilizada, y sin poder decir que el acceso es igualitario para todos. Además de vivir bajo inseguridad hídrica constante ahora en 2020 se suma esta pandemia, que tomaremos como un gran desafío, no obstante nuestras prioridades y demandas socioambientales seguirán intactas luego de que sorteemos todos estos obstáculos propios de un mundo altamente globalizado y vulnerable.
