Un amplio rechazo ha generado el decomiso, en Ecuador, de unas 200.000 aletas de tiburón, que estaban a punto de ser exportadas ilegalmente a Asia.
Las aletas, que se utilizan habitualmente para hacer sopa, fueron descubiertas después de realizar varias redadas en nueve lugares de la ciudad portuaria de Manta.
Seis personas, entre ellas un ciudadano chino, fueron arrestadas y enfrentarán cargos por dañar la vida silvestre.
El ministro del Interior, José Serrano, dijo que «hay que poner fin a estas redes criminales que sólo están interesados en sus propios intereses económicos y están destruyendo el ecosistema«. Por su lado, la fiscalía señaló que el operativo dejó al descubierto el sacrificio de al menos «300.000 tiburones», lo que supone uno de los más graves crímenes ambientales denunciados en Ecuador en los últimos años.
Las aletas tenían un costo de US$10 a US$60, pero en el mercado internacional, el costo se dispara al doble o al triple.
La pesca de tiburón está prohibida en el Ecuador y no se puede vender a menos que hayan sido atrapados accidentalmente en redes de pesca.
Fuente: BBC, TN
