Como “demasiado exigente” califican los productores de estufas a la nueva norma de regulación de emisiones que está en vigencia desde el 1 de octubre y que busca la certificación del calefactor antes de que salga a la venta en el mercado.
Ese es justamente el problema que reclama Osvaldo Verdugo, gerente de Estufas Feros de Talca, quien confecciona estufas de combustión lenta para todo el país. “Somos muchos Pymes y ahora estamos agrupados en una Asociación de Fabricantes de Estufas. Estamos muy preocupados con esta nueva norma porque tenemos stock de estufas y hay que certificarlas antes de que salgan a la venta; para nosotros es muy cara la certificación. Cuesta casi cinco millones de pesos certificar cada modelo y en Feros tengo siete modelos, o sea estamos hablando de que debo contar con 35 millones de pesos para poder vender mis estufas. Este mismo problema lo tienen otros pequeños y medianos productores a nivel nacional”, indicó el empresario local.
Para el comerciante, lo ideal sería ver la posibilidad con las autoridades correspondientes, de analizar el tema de la certificación, pues “estamos de acuerdo con terminar con la contaminación. Pero las estufas nuestras son de doble cámara tal como las Bosca y Amesti, la diferencia es que ellos son empresas grandes. Estamos hablando a través de la asociación, con el ministro del Medio Ambiente, para que por lo menos nos den alguna prórroga para poder utilizar los materiales que nosotros ya tenemos comprados y el stock que nos queda, poder venderlos”, explicó Verdugo.
CERTIFICADORES
Cerylab, Serpram y Cesmec son los tres organismos capacitados para entregar esta certificación que confirma mayor seguridad, eficiencia energética y menos contaminación de los artefactos que combustionen leña. Ellos cuentan con sus respectivos laboratorios de ensayo.
“El problema es que ese trámite es carísimo, no se puede entender que cada modelo cueste 5 millones certificarlo. Y las estufas que deberían salir ahora a la venta no varían de las anteriores. A mi entender, ellos partieron mal porque deberían haber venido a certificar en terreno si cumplimos o no con la norma de emisiones de material particulado.
SEC
El director regional de la SEC (Superintendencia de Electricidad y Combustible), Francisco Valdebenito, explicó que tanto los fabricantes como los importadores “ya sabían que todos los calefactores a leña que se fabriquen o entren al país, para poder comercializarse, deben contar con un certificado de aprobación y ser emitido por un organismo autorizado por esta Superintendencia”.
Así, los artefactos que cumplan con los protocolos de ensayos podrán ser comercializados en el país. “Desde el 1 de octubre no debería haber ninguna estufa a leña que no tenga la certificación requerida en el mercado. Pueden ser las mismas estufas quizás, pero solo cumpliendo con los ensayos y los protocolos, se puede vender y tienen un sello”, dijo Valdebenito.
Fuente: www.diarioelcentro.cl
