Con cinco votos en contra fue rechazado el Terminal de Productos Pacífico de Copec que se instalaría en Coronel, por la Comisión Evaluadora Regional de Medio Ambiente.
Uno de los votos en contra fue emitido por el intendente de la región del Bío Bío, Sergio Giacaman. En tanto, la votación recibió cuatro votos a favor.
El proyecto pretendía construir 17 tanques de almacenamiento de combustible y dos terminales marítimos para operación en el sector de Escuadrón.
Mientras la iniciativa era votada, una gran cantidad de coronelinos llegaron hasta las afueras del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para manifestarse con pancartas y lienzos. Tras conocer el resultado, celebraron y vitorearon la decisión.
El director de Medio Ambiente de Coronel, Javier Valencia, aseguró que están muy contentos frente a los resultados, ya que “los coronelinos buscan salir de las zonas de sacrificio”.
“Estamos con bastantes esperanzas porque nuestros argumentos fueron escuchados, los seremis escucharon la voz del pueblo, hay un país en movimiento”, expresó.
El proyecto siempre contó con el rechazo de los vecinos y el alcalde de Coronel, Boris Chamorro, quien acusó que el SEA cerró anticipadamente el proceso de evaluación ambiental, sin que el municipio alcanzara a presentar sus descargos.
El proceso fue cerrado el 11 de octubre, pese a que la fecha límite original era el 14 del mismo mes. En esa instancia, el SEA presentó el Informe Consolidado de Evaluación, mediante el cual dio la recomendación de aprobación al proyecto.
Por esta razón, el alcalde llegó el pasado lunes 11 de noviembre hasta la Intendencia del Bío Bío donde, en conjunto con vecinos de la comuna y el sector en que se emplazaría el proyecto, le entregaron una carta al intendente Giacaman para reafirmar el rechazo a la medida.
Boris Chamorro dijo que el proyecto marítimo de Copec se contraponía con el plano regulador de la comuna y que era considerada como riesgosa para los vecinos de Escuadrón. Incluso, una de las habitantes del sector manifestó, en esa oportunidad, que el terminal se ubicaría a 150 metros de la población, lo cual era un riesgo para niños y adultos mayores.
