“Nada está acordado hasta que todo esté acordado”, es una frase que se repite en las COP y esta no es la excepción. Un nuevo borrador de negociación fue presentado ayer, por petición de los propios negociadores, tras los primeros tres días de trabajo en la conferencia sobre cambio climático de la ONU, en París (COP21). El texto, que pasó de 55 a 50 páginas, tiene ahora 1.400 corchetes o puntos donde no hay acuerdo unánime, 150 más que la versión con la que comenzaron el domingo.
Las diferencias entre países ricos y en desarrollo se mantienen en todos los frentes, y aunque la disminución de las páginas parece poca, Andrés Pirazzoli, líder de la unidad de apoyo de los negociadores de la Ailac (alianza de países latinoamericanos a la que pertenece Chile), dice que se han eliminado muchas opciones, inconsistencias y repeticiones entre distintos artículos, en jornadas que suelen terminar de madrugada.
El texto en que el trabajan está dividido en 25 primeras páginas que contienen el acuerdo, mientras el resto, tiene las decisiones que adopta (detalles como las contribución por país o INDC, instituciones que se van a crear para monitorear, por ejemplo). “Los artículos aún tienen demasiadas opciones en algunos casos. Nadie quiere soltar nada, hay muestras menores de buena voluntad de algunos países, pero siempre las opciones de no texto permanecen. Temas que a Chile le interesan (como financiamiento) son la mayor dificultad”, indica.
No obstante, confía en que se solucione. Los negociadores -la parte más técnica de las delegaciones- deben trabajar en el borrador hasta el sábado al mediodía, el texto que salga de su trabajo será tomado la próxima semana por ministros liderados por la presidencia francesa, que cuenta con el respaldo de los líderes mundiales, para dirigir el proceso y acelerarlo.
“A pesar de toda la preocupación de las ONG porque las INDC son insuficientes y estamos lejos de detener el calentamiento en 1,5 °C ó 2 °C, si miramos con el cristal del pragmatismo, es difícil que se vuelvan a alinear las cosas como ahora”, dice Pirazzoli. Se refiere a la disposición que han mostrado las actuales autoridades en EE.UU. y Australia, por ejemplo, y la esperanza que da la nueva administración argentina.
“La situación es difícilmente mejorable y lo que no se alcance a hacer con el mecanismo multilateral lo van a tener que hacer los ciudadanos, los gobiernos locales, empresas, coaliciones industriales, hay mucho que hacer por fuera, pero la negociación multilateral tiene que dar la señal más clara y precisa posible”, asegura.
Fuente: La Tercera
