El diplomático filipino Naderev Saño, principal representante de su nación en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-19) -que comenzó ayer en Varsovia, Polonia-, lloró al comenzar las negociaciones por un nuevo protocolo sobre emisiones de efecto invernadero (GEI).
La razón: su país fue el más afectado por el tifón Haiyan, que alcanzó el centro de la isla el viernes pasado, dejando cerca de diez mil muertos. Saño, quien vinculó el fenómeno al cambio climático, señaló que comenzará una huelga de hambre hasta que se llegue a un acuerdo en las reuniones, que se mantendrán por dos semanas.
“Lo que mi país está atravesando como resultado de este evento climático extremo es una locura. La crisis climática es una locura. Podemos detenerla justo aquí, en Varsovia”, dijo.
La reunión de 195 países pretende avanzar en un nuevo tratado universal sobre el cambio climático para el año 2015, que entre en vigor en 2020. Sin embargo, ya se conocen algunos opositores. El propio anfitrión basa su economía en el carbón y está en contra de un nuevo tratado, y Rusia, que ya había bloqueado el acuerdo el año pasado, continúa en contra del mecanismo de toma de decisiones.
Fuente: La Tercera
