La cita desde finales de noviembre acoge un amplio programa, y el viernes y sábado último acogió un Segmento de Alto Nivel, con ministros de ambiente y otros sectores involucrados con los problemas de biodiversidad.
Los funcionarios adoptaron una declaración ministerial, que se tomará en cuenta en el documento final de la cita en Cancún.
«Declaramos que vivir en armonía con la naturaleza es necesario como una condición fundamental para el bienestar». De esta manera abre el texto, con siete puntos firmados por las delegaciones de los 196 países miembros de las partes de la convención.
Como parte de los 18 compromisos, se encuentra el de incrementar y fortalecer los sistemas de áreas protegidas ecológicamente representativos y bien conectados y otras medidas de conservación basadas en áreas efectivas.
Consideran clave los firmantes tomar medidas para fortalecer las capacidades de los pueblos indígenas y las comunidades locales para la aplicación del CDB mediante el respeto a sus derechos y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de sus conocimientos y prácticas tradicionales
«La vida en el planeta Tierra y nuestro futuro común están en juego», reflexiona el texto. Es urgente tomar medidas de manera responsable para garantizar la supervivencia de la riqueza biológica y los ecosistemas saludables que apoyan el bienestar y desarrollo humanos.
El director ejecutivo de ONU ambiente, Erick Solheim reflexionó en la sesión apertura sobre las consecuencias de la pérdida de biodiversidad en el planeta, y llamó a la comunidad internacional a trabajos juntos por revertirla. «Entre todos podemos trabajar por la biodiversidad», dijo.
