Hasta 260 incendios forestales se pueden registrar, en un sólo día, a lo largo del país durante la temporada estival. La alta frecuencia de estos focos, el riesgo para las poblaciones aledañas y sus nocivos efectos sobre los ecosistemas, llevó a la Corporación Nacional Forestal (Conaf) a aumentar la inversión destinada a equipos y personal para el control y combate de estos siniestros, a un presupuesto que totaliza $ 26 mil millones.
Aarón Cavieres, director de la Conaf, explica que para esta temporada se han adquirido dos aviones de tipo AirTractor con mayor capacidad de lanzamiento de agua (3.100 litros). Las naves, que tuvieron un costo de $ 4.600 millones, estarán operativas a partir de febrero del próximo año.
A estos medios se sumarán once nuevos vehículos para los puestos de mando, las comunicaciones y transmisión de datos en terreno.
Habrá un total de 143 brigadas para estas labores -integradas por 1.700 personas- para combatir los siniestros en el territorio nacional.
Para anticiparse a la ocurrencia de estos hechos, la Conaf creó una unidad de monitoreo a nivel central en 2014. Este año se inaugurará otra similar en la Región del Biobío, que permitirá pronosticar el nivel de riesgo de incendios en la zona sur: el equipo de profesionales y técnicos observará datos de eventos anteriores y las condiciones meteorológicas, información que se cruza con la presencia de focos y el tipo de suelo.
“Se entrega información diaria sobre el comportamiento potencial del fuego, apoyando la preparación para la anticipación y respuesta”, afirma Alfredo Mascareño, gerente de protección contra incendios de la entidad.
Precisamente, el monitoreo desde el Maule a La Araucanía es clave porque en esas regiones se produce el 68% de los incendios del país, y casi el 60% de la superficie afectada a nivel nacional se ubica en esas zonas.
¿Cómo se avisora la temporada de incendios? El director Cavieres proyecta un escenario de “alta vulnerabilidad, considerando la sequía, el aumento en las temperaturas y los vientos fuertes”. Ello provoca que los focos que se presentan sean mayores a 200 hectáreas, situación que se torna compleja cuando se presentan varios eventos simultáneos.
Fernanda Salinas, doctora en Biología de la U. Católica, sostiene que “los medios para combatir incendios en el país son insuficientes, tomando en cuenta que deberían protegerse, especialmente, los parques y reservas”. Agrega que por ello, en áreas silvestres protegidas como Torres del Paine -que sufrió un siniestro en 2011- “los incendios persisten por semanas, porque el personal llega tarde a controlar la situación”.
Fuente: La Tercera
