Con la firma de un acta que formaliza la creación de la Red Público Privada de gestión de la información para la modelación de cuencas y la entrega de certificados y equipos computacionales con la licencia del software para el uso de una herramienta para modelar los recursos hídricos de las cuencas (WEAP por sus siglas en inglés) a funcionarios capacitados de diversos servicios públicos, se realizó la ceremonia de cierre de un proyecto liderado por la Pontificia Universidad Católica (PUC) y apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
En la oportunidad, Guillermo Donoso, docente del departamento de Economía Agraria de la PUC y coordinador del proyecto denominado “Desarrollo de un sistema de gestión operacional para las aguas de una cuenca, brindando herramientas de autogestión y autoadministración a las organizaciones involucradas”, señaló que “lo que nosotros desarrollamos fue una herramienta que les permita fortalecer su gestión y mejorar la distribución de agua y los impactos de esta. Es un reglamento de operación que permite tomar mejores decisiones”.
El docente agregó que “para la operación y distribución de aguas, se desarrolló un modelo hidrológico que permite tomar una mejor información, no sólo de la situación actual, sino también mirando hacia el futuro, adelantando escenarios con respecto a qué puede pasar con distintas opciones de gestión y así fortalecer y mejorar sus decisiones”.
Respecto de la importancia que tiene la interacción con los servicios públicos, Donoso explicó que “eso es medular. En una gobernanza bipartita, lo público y lo privado, hay que coordinar para que realmente se pueda avanzar. Si tenemos a ambos, funcionando con la misma herramienta y la misma base de datos, esto permite acercar las visiones, el entendimiento en lo que pasa, para poder, entre el sector público y el privado, tomar mejor decisiones y avanzar”.
En esta misma línea, Raúl Diaz, administrador del Sistema Paloma, indicó que “tener una herramienta como esta facilita la gestión. Antiguamente se trabajaba con el tema de modelación, pero que estaba basado en sistemas matemáticos más simples. Hoy se integran todas las variables que están presentes en el uso de las aguas y eso permite llegar a calibraciones más acertadas y en la medida que las tenemos, vamos a tener predicciones con una certeza mayor”.
Rodrigo Gallardo, jefe de la Unidad de Programas y Proyectos de FIA, recalcó que “la idea es que esto se expanda, no solamente en términos de la cantidad de usuarios públicos capacitados en esta herramienta, sino que también se transfiera a la gestión de otras cuencas y que se incluyan como modelo de gestión de los valles de esta región o de otras regiones que tienen los mismos problemas”.
Álvaro Isla, coordinador de la macro región Zona Norte de la CNR, destacó que en el ámbito de la Comisión Nacional de Riego con estos modelos se podrían “tomar mejores decisiones, como por ejemplo, en la elaboración del calendario de concursos, saber cuáles son los requerimientos hídricos que tiene alguna comunidad de aguas, qué cultivos son deficientes, donde debemos apuntar, y estos modelos ciertamente nos van a apoyar en eso”.
