Durante años los habitantes de Paposo han vivido alejados del desarrollo. Han sido años de esfuerzo para contar con servicios básicos. Hace algún tiempo por fin pudieron contar con luz eléctrica en forma continua y hoy están ad portas de dar un nuevo y anhelado paso: agua potable permanente.
El poblado se ubicada 54 km al norte de Taltal, la comuna a la que pertenece. Sus 450 habitantes trabajan principalmente en la pesca y muchos de ellos, en la recolección de algas. Se trata de uno de los lugares más antiguos del norte de Chile. Acaba de cumplir 334 años y muy pocos saben de su historia.
El antropólogo y encargado del museo Augusto Capdeville de Taltal, Rodolfo Contreras, explica que en Paposo “está el Hito Fronterizo existente antes de la Guerra del Pacífico entre Chile y Bolivia. Además, hay una reserva ecológica en el sector de cerro Mirador, y quebradas aledañas donde hay una flora endémica única en el mundo, todo el sector en sí es un patrimonio de la biodiversidad”.
El alcalde de Taltal, Sergio Orellana, explica que “estamos terminando el proyecto gracias al cual vamos a tener agua potable. En un par de días se inaugurará”. Para concretar el proyecto se requirieron cerca de $ 700 millones, financiados con fondos sectoriales del MOP y del FNDR.
El presidente del Comité de Agua Lindor Araya dice que luego de años golpeando puertas la planta por fin está lista. “Se trata de una planta de tratamiento mediante ósmosis inversa, lo que nos va a permitir desalar agua de mar y tener agua potable las 24 horas del día en cantidad suficiente”, asegura.
Hasta ahora el abastecimiento se realiza mediante un estanque que es llenado semanalmente por un camión aljibe de la municipalidad.
Los pobladores están contentos, porque este avance se suma a otros alcanzados en el último tiempo, como la construcción de la ruta costera que une Taltal con Antofagasta, que ha permitido un mayor número de turistas a la zona. Para Lindor Araya la vía y el agua potable permitirán transformar a Paposo en una caleta turística. “Hasta ahora, por no tener agua potable no se han podido instalar restaurantes ni residenciales”, dice.
Además, ese camino permitió la llegada de la locomoción colectiva al pueblo. “No sólo existe un bus rural que por $ 420 los traslada a Taltal, sino también los buses que van a otras ciudades y que gracias a esta ruta pasan por aquí”, comenta la encargada de la posta rural, Silvia Portillo, quien también valora la forma en que se administra la salud en la localidad. “La atención es gratis, no se pregunta por previsión, isapre, y los medicamentos también son gratuitos”, dice Portillo.
Los próximos desafíos de la comunidad están claros: alcantarillado y telefonía móvil, ya que el pueblo cuenta con la señal de una sola empresa.
Fuente: La Tercera
