Cierre de central eléctrica de EON pone en evidencia crisis del gas en Europa

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Hace tres años, la compañía eléctrica más grande de Alemania gastó 400 millones de euros (US$ 523 millones) en la construcción de una central térmica alimentada con gas natural. A fines de este mes, la empresa podría cerrar dicha planta porque está perdiendo demasiado dinero.

 

Irsching-5 de EON SE en Bavaria funcionaba el año pasado menos del 25% del tiempo dado que los precios de la electricidad en baja hacían que quemar gas natural no resultara rentable en razón de los márgenes récord. Ahora la economía débil en Europa frena la demanda de electricidad, al tiempo que los requisitos de comprar energía renovable y el costo mucho más bajo de los permisos de emisión de carbono están afectando negativamente a las centrales eléctricas de gas.

 

El esquema se repite en toda Europa cuando empresas de servicios públicos como GDF Suez SA de Francia y Centrica PLC dejan sin funcionar las centrales de gas. El impacto es a la vez ambiental y comercial. El vuelco hacia el carbón aumenta las emisiones, en tanto baja la ganancia para las centrales de gas, que generan casi un cuarto de la energía europea, y contrae el mercado para los proveedores encabezados por OAO Gazprom.

 

«Las centrales de gas están detenidas tres de cada cuatro días», dijo en una reunión informativa el 28 de febrero Gerard Mestrallet, máximo responsable ejecutivo de GDF Suez, el antiguo monopolio del gas en Francia. «El sector térmico está en crisis. Hay sobrecapacidad».

 

La diferencia entre el costo del combustible y el costo pagado por la energía generada alcanzó hoy un mínimo récord. El margen entre el costo total y el costo primo de generación eléctrica (llamado «spark spread» en inglés) para los próximos meses es menos 18,35 euros el megavatio-hora (US$ 23,87). Las centrales de gas tampoco son rentables en Francia, Holanda, España y la República Checa, según datos compilados por Bloomberg. En el Reino Unido, apenas cubren los costos.

 

Plantas inactivas

 

La inactividad de las plantas eléctricas construidas para durar una generación está frenando el consumo del combustible en Europa. La demanda en la región caerá 3,5% hasta 550.000 metros cúbicos en 2015 con respecto a los niveles de 2010, según pronósticos de la Agencia Internacional de Energía. Gazprom de Rusia perdió su posición como mayor proveedor de gas de Europa frente a Noruega el año pasado dado que los embarques disminuyeron, dijo Société Générale SA.

 

Paso atrás en cambio climático

 

«La transición del gas al carbón en Europa constituye un serio paso atrás desde el punto de vista del cambio climático», dijo por correo electrónico Dieter Helm, profesor de política energética en la Universidad de Oxford. «En Alemania es peor –construyendo nuevas centrales térmicas de carbón que estarán cerradas durante décadas».

 

RWE AG, la segunda compañía eléctrica más grande de Alemania y el emisor más grande de dióxido de carbono de Europa, produjo un 11% más de gases con efecto invernadero el año pasado en tanto las centrales eléctricas de carbón incrementaron su producción, según el informe financiero anual de la empresa. Su rentabilidad se vio incrementada por la caída de los permisos de emisión de carbono hasta mínimos récord, lo cual redujo el costo de quemar carbón.

 

Fuente: Emol 

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