Carmelitas Descalzas no abandonan lucha contra central El Canelo en el Cajón del Maipo

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Buscaban la tranquilidad necesaria para llevar una vida de silencio y contemplación. Por eso las Carmelitas descalzas del Monasterio del Amor Misericordioso y de la Virgen del Carmen, se trasladaron en 1995 desde La Pintana a Cajón del Maipo. En esa zona precordillerana, las 16 religiosas lograron su objetivo. Pero no por mucho. En el último tiempo, cuentan, han tenido que enfrentar “pruebas” que han interrumpido su paz habitual.

Hacia fines de 2013, la seguidilla de incendios que afectaron terrenos próximos al monasterio, puso a las religiosas en pie de guerra para buscar a los responsables. Luego, vinieron sus acciones públicas, en abierto rechazo a la construcción de la central El Canelo San José, que contempla un ducto subterráneo que pasaría cerca del sector donde hoy se reúnen a rezar las religiosas.

“Con esto rompen nuestro estilo de vida, pero Dios es más poderoso y después de ser crucificado, resucitó y así nosotros esperamos que Cristo resucite acá en el Peumo”, dice la superiora del convento, María Elisa de la Resurrección Castillo.

En medio de cerros, cerca del río, las Carmelitas desarrollan su vida apaciblemente, dedidadas principalmente a la oración y también a una pequeña actividad productiva que les permite reunir fondos. Preparan mermeladas, pan de pascua y confeccionan artesanías que promocionan por Internet.

Según las Carmelitas, de concretarse las obras de la central de pasada, las religiosas verán afectado parte de su monasterio, dado que a metros del lugar, donde se instala la ermita y casa de ejercicios de la congregación, pasarían los ductos que trasladarán las aguas de esta nueva central de la empresa Coyanco, suprimiendo su rutina de silencio,

En julio pasado, la Comisión de Impacto Ambiental de la Región Metropolitana rechazó el proyecto de la central El Canelo San José. Ese día las Carmelitas salieron de su convento, con la autorización del Arzobispo Ricardo Ezzati, para seguir el resultado del proceso y repartieron agua bendita entre quienes presenciaban la votación en la Intendencia Metropolitana.

Sin embargo, tras ese “triunfo” de las religiosas, la empresa Energía Coyanco, a cargo de la iniciativa, presentó una reclamación que fue acogida el mes pasado por el Consejo de Ministros, con lo que se dio el visto bueno a la central, que deberá cumplir con entregar un “Programa Específico de Construcción y Mantención del Canal de Aducción”.

La superiora, quien asiste regularmente a reuniones con la comunidad, destaca que “hemos tenido todo el apoyo que la iglesia nos puede dar . Hay cosas que escapan de esto, como es la parte política y ahí nada podemos hacer”. Y critica que “el fallo de los ministros ha sido muy devastador porque pensábamos que según la ordenanza del Servicio de Evaluación Ambiental, este proyecto iba a ser desechado, no había motivos para que fuera aprobado”.

Ian Nelson, gerente general de Energía Llaima, controladora de Energía Coyanco, destaca que “el diseño del proyecto trató de afectar lo menos posible el predio de las religiosas, por lo cual los trabajos de los ductos que se instalarán no durarán más de cuatro semanas”.

Nelson añade que “para nosotros es un paso positivo contar con la aprobación ambiental del comité de ministros para construir esta central hidroeléctrica de baja escala, de energía renovable no convencional, que generará energía de 16 Megawatts para los habitantes del sector”.

El abogado de la congregación, Roberto Celedón, explica que en la Constitución y en la ley sobre libertad de culto en Chile que dice que las cosas destinadas y consagradas al culto están regidas por el derecho canónico “y aquí las madres están protegidas por el derecho canónico en cuanto a que no están obligadas a prestar colaboración con proyectos que son antagónicos a su modo de vida“.

Agrega Celedón que la aprobación que hizo el Consejo de Ministro fue condicionada, “por lo que mientras no tengamos la resolución específica que nos permita conocer la condiciones que impuso el comité de ministros, es prematuro aventurar algún escenario”. Las religiosas, dicen, no se rendirán.

 

Fuente: La Tercera