Calefacción a leña genera más de 2 mil toneladas de material particulado al año en Región Metropolitana

0
751

 

Llegó el invierno y con ello calefaccionar las casas se ha vuelto una prioridad. Los artefactos a parafina o a gas licuado son con frecuencia los equipos más utilizados, pero la constante variación de su valor ha provocado que muchos capitalinos opten por un combustible más barato: la leña.

 

Según el inventario de contaminantes del Ministerio de Medio Ambiente, en la Región Metropolitana hay 117.097 estufas que utilizan este combustible, mucho más de las 80 mil que había en 2008.

 

Esta cantidad significa un consumo en la región de más de 170 mil toneladas de leña al año. Este impresionante nivel de uso residencial genera 2.149 toneladas de material particulado al año. De hecho, conforma el 45% del material particulado fino, que es el más riesgoso para la salud humana, puesto que no logra ser filtrado por el sistema respiratorio.

 

De acuerdo con el catastro, a nivel regional es Melipilla la comuna con más artefactos a leña, seguida de Lampa, Talagante y Puente Alto. Pese a que estas comunas se ubican en las áreas periféricas de la RM, su impacto y contaminación perjudican a zonas ubicadas al poniente de la capital, como Pudahuel, según Ernesto Gramsch, académico de la U. de Santiago y experto en contaminación.

 

“El principal problema en la región no es simplemente el uso de la leña, sino que también el de equipos antiguos o que no se utilizan correctamente. Si se hiciera un recambio de los artefactos o se utilizaran filtros, habría una disminución notable en la contaminación”, asevera.

 

Su visión es compartida por las autoridades, que ya contemplan esta alternativa para el nuevo plan de descontaminación para MP 2,5 que debutará en 2016. Según el jefe de la división de calidad del aire del Ministerio de Medio Ambiente, Sebastián Tolvett, dependiendo de la estufa, se podría subsidiar hasta dos tercios del costo en los planes de recambio. “El parque de estufas creció fuertemente en los últimos años y el plan considera abordar este problema con un plan similar al que se aplica en el sur, que contempla recambio, prohibición y fiscalización con multas. Eso lo estamos definiendo en el plan que viene”, señala.

 

Prohibición total

 

El brasero, la salamandra o las Bosca. La manera cómo los chilenos se han calefaccionado ha cambiado. Si en los ochenta las populares Sunnymet, y el comercial de Heriberto, fueron los artefactos más populares, luego llegaron equipos igualmente recordados: la Mademsa Fiamma, las Toyotomi y ahora, las estufas a parafina láser.

 

Sin embargo, la leña sigue siendo utilizada como el combustible principal en varios sectores de Santiago. Por eso la idea de prohibir las estufas a leña que estudia la autoridad es criticada por los productores de estos equipos, que apuntan a que este combustible es principalmente utilizado en sectores vulnerables.

 

“Se utiliza en las comunas más populares, porque es económico. Tomar medidas de prohibición para el Gran Santiago está bien, pero hacer una norma para toda la Región Metropolitana, no, porque hay varias excepciones en las zonas periféricas y rurales”, dice Tomás Silva, gerente comercial de Bosca, quien apunta a que el gran problema es la falta de fiscalización del combustible. “El calefactor contamina cuando se usa leña húmeda. Si la autoridad no empieza a fiscalizar la leña, no habrá solución”, agrega.

 

Por su parte, el gerente comercial de Amesti, Pablo Rebolledo, sostiene que no es coherente aplicar una sola norma para la región. “Las zonas que más utilizan leña son las rurales. No sería correcto ir hacia una restricción total.

 

Durante mucho tiempo les solicitamos a las autoridades una norma clara para certificar nuestros equipos, y cuando por fin la tenemos, es irresponsable prohibir el uso de leña. Si se quiere hacer algo inteligente, se debería sacar los equipos antiguos que hoy operan en la región, como las salamandras”.

 

Fuente: El Mercurio

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Ingrese su nombre aquí