Al cumplirse un año del pulso eruptivo del 3 de marzo de 2015, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) reveló que el volcán Villarrica, situado en el límite de las regiones de la Araucanía y de Los Ríos, emitió un total de 5 millones de metros cúbicos de ceniza volcánica (roca granulada de distinto tamaño). Para figurarse tal cantidad, sirve la imagen mental de 2 mil piscinas olímpicas (25 x 50 x 2 metros).
La estimación ha sido realizada por la Red Nacional de Vigilancia Volcánica de la institución, como parte del balance del ciclo eruptivo que comenzó la madrugada del 3 de marzo del año pasado, un mes después de que la institución lanzara la alerta Amarilla (que activa al Sistema de Protección Civil) por el incremento energético que en ese momento era imperceptible para la población. El volumen de ceniza caída es de 2.5 millones de m³ (0.0025 km³), además de 2.2 millones de m³ para los depósitos proximales, lo que da un valor total para el ciclo eruptivo cercano a los 5 millones de m³ (0.005 km³).
“Esta erupción fue en la práctica la primera registrada con los instrumentos instalados en el edificio volcánico desde 1985, lo que permitió poner a prueba a los equipos y ajustar por primera vez los márgenes específicos de actividad a cada nivel de alerta volcánica. La alerta Amarilla –que es la más importante porque activa al Sistema de Protección Civil- se declaró un 6 de febrero y la alerta Naranja unas 12 horas antes del pulso eruptivo principal del 3 de marzo. La actividad declinó posteriormente, confirmando así el pronóstico de una erupción débil. Ahora se sabe mucho más sobre cómo hace erupción el Villarrica”, dijo el director nacional del Sernageomin, Rodrigo Álvarez Seguel.
Al respecto, el jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, Luis Lara, dijo que “lo importante es que se entienda que las alertas son técnicas, lo que significa que se refieren exclusivamente a la actividad de un volcán, y quedan fuera otros criterios no científicos. Esto es importante porque en distintos casos, como el Villarrica y el Calbuco en 2015 o el complejo volcánico Nevados de Chillán en 2016, algunas personas piden que se incluyan otros criterios, pero la vigilancia volcánica es técnica y su objetivo es cuidar vidas”. En este sentido, según se informó, la institución utilizó esta experiencia como uno de los insumos para generar la campaña de información del “ABC de los volcanes” (www.sernageomin.cl/abc), que actualmente se lleva a cabo.
El pulso eruptivo del Villarrica del 3 de marzo de 2015 se caracterizó por un surtidor de magma activo y una columna eruptiva de casi 7 km de altura, definida como una erupción del tipo hawaiiana. Posteriormente, la actividad correspondió a explosiones discretas con emisión piroclástica en el entorno del cráter, lo que se entiende como erupción estromboliana.
