En junio de 2014, la Agencia Internacional de Energías Renovables, Irena por su sigla en inglés, lanzó su hoja de ruta que le permitiría duplicar, hacia 2030, la participación de energías renovables no convencionales, ERNC, en la matriz eléctrica mundial.
Desde una perspectiva técnica, uno de los mayores desafíos, una vez que los sistemas incorporan mayor participación de ERNC es la necesidad de mejorar los sistemas de almacenamiento de energía eléctrica, desde los centros de consumo a nivel local hasta los sistemas de generación y distribución.
Para potenciar el avance de políticas y sistemas de almacenamiento, Irena publicó el documento “Energías renovables y almacenamiento de energía eléctrica, una hoja de ruta tecnológica para REmap 2030”, en que se identifican áreas prioritarias para el desarrollo e implementación de sistemas de almacenamiento, así como instancias de cooperación entre los actores de los sistemas eléctricos.
