Agua desalada cubrirá 36% de los requerimientos hídricos de la minería del cobre en 2025

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La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) presentó ayer su informe “Proyección del Consumo de Agua de la Minería del Cobre 2014 -2015” que da una mirada prospectiva de la demanda de recursos hídricos de este sector productivo para los próximos 10 años de acuerdo con las perspectivas de producción de cobre en el mismo lapso.

El evento –que se realizó en el Centro de Estudios Avanzados y Extensión de la Universidad Católica de Valparaíso-, estuvo encabezado por la ministra de Minería, Aurora Williams, quien destacó la sólida información que entrega el estudio el que sirve como modelo de desarrollo para el país en su conjunto.

En ese contexto, resaltó que una de las principales conclusiones que arroja el estudio – y que es altamente positiva para el sector y el país- es la creciente oferta de agua de mar que se espera para los próximos años. “El estudio, además de informarnos sobre el uso de agua fresca en el proceso del cobre, nos muestra la realidad del uso de agua de mar, un recurso que crece gracias al avance tecnológico y que si en el 2014 correspondía al 9 % del total requerido por la industria del cobre, en el 2025 alcanzará el 36 %”, precisó la ministra.

Agregó que dada la creciente producción de concentrado de cobre que se espera al término de la década, y que implica utilizar mayor cantidad de agua para obtener una tonelada de cobre fino, es importante que la minería esté a la vanguardia tecnológica para que genere acciones que impulsen un desarrollo económico masivo y sostenible.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Sergio Hernández, destacó el esfuerzo que está realizando la industria minera del cobre para ser más eficiente en el uso de los recursos hídricos y que se ha visto reflejado, entre otras acciones, en el fuerte desarrollo de tecnologías para el uso de agua de mar. “El consumo de agua de mar llegará a 8,8 m3/seg, lo que significa más de cuatro veces lo utilizado en 2014”, señaló.

Agregó que esta situación es más patente en la región de Antofagasta, en donde el consumo de agua fresca tiene una tendencia decreciente en los próximos años, principalmente por el mayor uso de agua de mar en la minería del cobre. “Se espera que al año 2025 el consumo de agua de mar en la región duplique el consumo de agua fresca, esto es que el agua fresca sea de 3,91 m3/seg y de agua de mar de 6,06 m3/seg”.

Las operaciones que actualmente utilizan agua de mar en la II Región son Escondida, Esperanza, Michilla, Mantos de la luna, Altonorte y Sierra Gorda.

Por otra parte existen proyectos que planifican el uso de este recurso, entre los que se encuentran la ampliación de la planta desalinizadora de Escondida, actualización de Esperanza y su posterior extensiones de red para abastecer a Antucoya y Encuentro, El Abra Mill Project y RT Sulfuros Fase II ubicados en las cercanías de Chuquicamata y el proyecto Lomas Bayas Sulfuros.

Proyección uso de agua total

El director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco (TyP), Jorge Cantallopts, quien presentó los detalles técnicos del informe, señaló que el objetivo de este documento es determinar los requerimientos futuros de agua de la minería del cobre para generar, por una parte, las políticas públicas necesarias para el desarrollo sostenido de la actividad; y por otra, para que el sector privado continúe realizando esfuerzos para hacer más eficiente el uso de agua.

En ese contexto, y considerando el escenario más probable de producción de cobre para los próximos años -esto es que las faenas actuales sigan operando y que un mayor porcentaje de cada uno de los proyectos (ejecución, factibilidad y prefactibilidad) entren en operación a 2025- se espera que el consumo de agua total (agua fresca y agua de mar) aumente 66% en 2025 respecto a 2014, alcanzando los 24,6 m3/seg.

Al respecto, Jorge Cantallopts precisó que las proyecciones de uso futuro de agua se han realizado sobre supuestos que podrían clasificarse de inciertos, dado que la producción está sujeta a las decisiones de las empresas respecto a la viabilidad de los proyectos.

Agregó que al analizar el consumo esperado según procesos productivos se observa que los concentrados demandan gran parte del agua de mar en la minería del cobre, debido tanto a la proyección de producción de concentrados por el natural agotamiento de los recursos oxidados y su reemplazo por los recursos sulfurados, como a lo intensivo en consumo de agua que es la concentradora. “La minería del cobre enfrenta un comportamiento decreciente en las leyes del mineral a extraer, lo que implica que las nuevas plantas deben diseñarse de mayor capacidad de tratamiento de mineral para obtener la misma cantidad de cobre en comparación a las plantas más antiguas”, explicó.